La talla fue adquirida en Valencia por los padres de Marta Revesz Pérez-Castañeda, esposa del fallecido Emilio García Botín, y destinada a formar parte de la capilla que la familia tenía en una finca ubicada en el norte de la Peninsula. En esa capilla estuvo hasta que en torno a los años 70, Marta Revesz decidió traerla a Eivissa, con el objetivo de que la escultura formara parte de la decoración de su nuevo hogar en la isla. Sin embargo, los diferentes cambios que se fueron realizando en la estancia llevaron a esta bella imagen de autor desconocido a habitar el almacén del chalé que la familia de Marta Revesz y Emilio García Botín posee en Jesús.
Al menos 25 años
Allí permaneció durante al menos 25 años, pues este es el tiempo que Antonio Riera lleva visitando la casa familiar de Marta Revesz y recuerda haber visto la escultura religiosa en desuso, deteriorándose con motivo de la lluvia o los cambios de tiempo y pensando: «qué pena la talla esta, con lo bonita que es y aquí no hace nada». Fue entonces, y de aquello ya hará unos 3 años, cuándo en uno de estos comentarios al aire de Antonio Riera, su amiga Marta Revesz, que estaba delante, le contestó: «pues si la quieres, te la doy ahora mismo», a lo que Riera valoró y dijo, «¿y que hago yo con una escultura de estas características?». Recuerda Riera que fue en ese mismo momento cuando se le ocurrió que donde mejor estaría esta talla de la Sagrada Familia, sería en una iglesia. «Así encontramos el sitio, recordamos que en el barrio de Can Bonet, a la entrada de Sant Antoni, existía una capilla con este nombre con lo que nos pusimos en contacto con el párroco de la iglesia, Vicente Colomar, Pins, a quien le encantó nada más verla».
Podría verla todo el mundo
Sobre el asunto vuelve Riera y rememora cuando pensó, «¿qué hago yo con una imagen como esta, en mi casa?; Si en lugar de eso, estuviera en una iglesia, podría verla todo el mundo. Es que es el sitio, un templo es el mejor lugar para apreciar este tipo de arte», concluye.
Fue necesaria una restauración de la talla antes de que pudiera formar parte de la entonces capilla de Can Bonet y de ello se encargaron las personas que en ese momento estaban realizando los retablos para la nueva iglesia.
Inicialmente formó parte de la capilla y desde hace poco preside el altar mayor de la iglesia de la Sagrada Familia en Can Bonet. «Ahora está perfecta, la iglesia me gusta muchísimo. Es muy bonita, ha quedado muy bien, es muy amplia y tiene mucha luz. Además es de fácil acceso y tiene aparcamiento». Además, Riera aseguró que Marta Revesz también «está muy contenta» con el nuevo lugar que alberga esta imagen que un día, hace ya mucho tiempo, compraron sus padres para que presidiera la capilla de la finca familiar.
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