Aguardó su momento con paciencia y, tras más de una hora con las orejas bien abiertas, junto a varios de sus concejales en la primera fila de la sala, lanzó su particular dardo contra Podemos y su reivindicación para la puesta en marcha «inmediata» de la reforma de la carretera de Santa Eulària. Vicent Marí defendió durante 7 largos minutos la necesidad de ejecutar ya el proyecto de desdoblamiento en Ca na Negreta y criticó con dureza el periodo de consultas ciudadanas iniciado por el Consell d'Eivissa a exigencia de Podemos. El discurso y la mirada del alcalde de Santa Eulària estuvieron clavados en Viviana de Sans, que en su papel de ‘poli mala' había destacado los daños patrimoniales que causará la obra y su impacto sobre el territorio.

Antes, la líder podemita había truncado de un plumazo el discurso ‘triunfalista' de su socia de gobierno, la socialista Pepa Marí (la ‘poli buena'), quien arrancó la sesión informativa en el Palau de Congressos garantizando que en unos meses regresaría a Santa Eulària para «inaugurar» la puesta en marcha de las obras.

«A Pepa se le ha olvidado comentar el proceso de participación abierto a la ciudadanía», atizó De Sans antes de sembrar la duda sobra la aprobación del Plan director sectorial de Carreteras sin el cual no sería posible la reforma de la C-733 a su paso por Ca na Negreta. «Lo hizo el anterior gobierno y para nosotros tiene mucho impacto.

No lo vemos. Nosotros creemos en un transporte público de calidad y en carriles bici. Si se aprueba [el Plan director], desde el Consell queremos introducir modificaciones», avisó la portavoz podemita.

De Sans también defendió con firmeza la contratación por 6.000 euros de los servicios de una empresa privada para realizar sondeos de opinión, entre los días 8 y 20. «Nos dijeron que para la población de la isla con 300 o 500 muestras era suficiente, pero nosotros queríamos que fuera más amplio y se harán encuestas a 1.500 personas», dijo orgullosa.

El alcalde de Santa Eulària, tras esperar cola en el turno de preguntas, desató su batería de reproches hacia Podemos por «romper» el consenso alcanzado durante la pasada legislatura: «Hacer encuestas con una empresa privada no es serio. La mayor encuesta es la que hacen los ciudadanos en las elecciones para elegir a un partido en base a su programa electoral», espetó Vicent Marí, para quien «no es lo mismo preguntar a un señor que no utiliza esta carretera, que puede votar ‘no' por sus afecciones patrimoniales, que a otros que vemos que es un proyecto de mínimos y la única manera de solucionar los problemas que tenemos de tráfico».

La sala, repartida entre políticos, periodistas y unos pocos vecinos –los 25 que votaron– permanecía atenta al duelo Marí-De Sans. «¿Cuál es la alternativa? No la hay, porque supondría perder la financiación asignada por el Ministerio», prosiguió el primer edil de la Villa del Río. Tras su speech, comenzó un careo entre ambos, durante el cual la vicepresidenta fue cediendo terreno dialéctico frente al ímpetu –y el hartazgo– del líder popular.

Viviana arrogó todo el mérito del proyecto al anterior equipo progresista y encontró el reproche airado de Marí y los suyos. «Nosotros también participamos, no os atribuyáis siempre todos los méritos», clamó entre voces.

El alcalde volvió a interrumpir a De Sans para que le aclarase si las encuestas serán vinculantes, el quid de toda esta cuestión. «Esto pasará por el pleno y si hay una amplia oposición de la ciudadanía, mi grupo votaría en contra», contestó la vicepresidenta. No parece el caso. Por el momento, el polémico referéndum se salda con una amplia mayoría favorable al proyecto y, aunque cambiara el resultado, de nada servirá el rechazo de Podemos ante el bloque PP-PSOE. «Pues ya está, esto es un paripé», exclamó Vicent Marí, que halló un «no, no, no, no» por respuesta. «Esto es nuestra opinión», introdujo De Sans en el momento álgido de una discusión que aplacó Pepa Marí cediendo el turno de palabra a una joven del público.