La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (Csif) denunció ayer el «despido disciplinario» de una ayudante de cocina de la Residencia Can Blai, al considerar que se habían basado en «hechos arbitrarios».

La carta de despido emitido por la Fundació d’Atenció i Suport a la Dependència, dependiente de la Conselleria de Serveis Socials del Govern balear, alega que el 18 de octubre de 2015 se encontró en el triturador de comida ‘túrmix’ un cuchicho metálico de unos 20 centímetros que «impedía el normal trabajo de las cuchillas». En el escrito detallan que parte de él « ya estaba triturado, motivo por el cual se tuvo que desechar toda la comida para evitar claros perjuicios». En un segundo punto, justifica el despido porque el 8 de julio de 2015 «se detectó una cantidad superior de muslos de pollo en el caldo que se estaba preparando, alterando las recetas aprobadas».

Para la Conselleria estos hechos «son suficientemente importantes y perjudiciales para que la empresa considere la actitud laboral como constitutiva de sendas faltas muy graves que debe sancionarse con el despido».

No obstante, desde el Csif, denuncian la «arbitrariedad» con la que ha actuado la fundación, ya que se ha realizado «sin atenerse a la normativa vigente». El sindicato explica que no se dio opción a la afectada a realizar las alegaciones pertinentes ni a presentar pruebas en su defensa. «Respecto al objeto encontrado en la ‘túrmix’ bien podría tratarse de un accidente o despiste, al margen de desconocer la presunta autoría del hecho», defiende la organización sindical, que en cuanto a la cantidad de muslos de pollo en el caldo, entiende que «es un auténtido despropósito que la administración lo considere como de falta muy grave». Es por ello, que el Csif «pone en entredicho que ambas presuntas faltas tengan la entidad suficiente como para rescindir un contrato con el daño que ello supone».

Para el sindicato lo único que queda demostrado con esta actuación es la «arbitrariedad de la que hace gala la fundación» y recuerda que el convenio dice que «se considera abuso de autoridad la comisión por un superior de un hecho arbitrario, con infracción de un derecho del trabajador, reconocido legal o convencionalmente, de donde se derive un perjuicio, material o moral, para el subordinado».

Por último, desde el Csif lamentaron que por parte de una administración, «que se supone debe velar por los intereses públicos y de sus propios trabajadores, se salte a la torera la legislación vigente», y no descartaron tomar las accione legales que estimen oportunas.