A pesar de los nubarrones que amenazaban con lluvia, los ibicencos vileros se volcaron ayer en la berenada popular que cada año se celebra en la playa de Puig des Molins.

Antes de llenar las barrigas con paella y otras delicias, se celebraron diversas actividades. A las 18.30 hubo tiro con arco popular y de iniciación con concursos y premios en Puig des Molins, a las 19.00 horas se celebró el cercavila, que empezó su recorrido en Vara de Rey y acabó en Puig des Molins. Y ya a las 20.00 horas empezó la berenada popular que este año quedó una tanto deslucida por el mal tiempo pero no por la falta de gente.

Una paella gigante con 80 kilos de arroz para un total de 800 personas, este año a cargo de la empresa El Tirol, fue el centro de atención de todos los asistentes que la disfrutaron comiendo uno o dos platos incluso. «Este año hemos cogido a una empresa por cuestiones sanitarias, antes la hacía Carmen pero Sanidad nos ha apretado más por el tema de la cadena de frío y calor», explicó Isabel Ramón, coordinadora de Fiestas del Ayuntamiento de Eivissa.

Uno de los factores que estuvo en boca de todos los asistentes fue el tiempo: «Hemos sufrido un poco a partir de las 19.15 horas, pero bueno, al final ha aguantado», dijo Ramon, y a pesar del tiempo aseguró que este año ha habido «un poco más de gente que el año pasado. A las 17.30 horas ya había gente bañándose y lo de los talleres ha tenido mucho éxito», afirmó.

En la explanada de la berenada se realizaron diversos talleres en los que utilizaron más de 30 melones para elaborar unos farolillos con una vela dentro. Además hubo trencada d'olles donde los niños hacían cola y se desternillaban de risa al ver a sus compañeros con los ojos vendados intentando romper una pequeña olla llena de arroz, harina y Sugus.

También hubo tiro al arco, tir amb bassetja y talleres de elaboración de instrumentos con cañas.

Una tarde agradable que la lluvia no llegó a estropear, aunque estuvo a punto. Todos los asistentes consiguieron su plato de arroz, e incluso más de uno repitió comensal hasta vaciar la gran paella. La música no faltó para esta popular velada con la Agrupación Musical Dolores Ibiza que amenizaron la tarde.

Cerca del mar, con sus propias sillas y mesas, o arriba en la montaña, la gente se distribuyó a lo largo de toda la costa de Puig des Molins bajo la atenta mirada de los lujosos yates anclados en frente de la costa, un contraste un tanto curioso, paella gratis frente a embarcaciones de millones de euros.

Previa a la berenada, el cercavila circuló desde Vara de Rey hasta la playa de Puig des Molins, recorrido en el que participó el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, acompañado de su equipo de gobierno, y así lo mostró colgando fotografías del evento en las redes sociales. Hablando de política, mencionar una mesa de Esquerra Republicana que lucía esteladas reclamando la independencia de los Països Catalans.