Juan también destacó que la depuradora «siempre ha desprendido un fuerte olor, pero el de ahora es mucho más grave. Está claro que la depuradora está al límite de su capacidad». Por esta razón piden al Govern balear (responsable de la depuradora a través de Abaqua) y al Consell d'Eivissa, que es la institución encargada de la gestión de los lodos según el Plan Director Sectorial de Residuos «que busquen una solución a la acumulación de lodos porque es su responsabilidad y los ciudadanos de Santa Eulària no tienen por qué soportar los malos olores», reclamó el concejal Mariano Juan.
La instalación de una planta de triaje y de depuración de lodos en el vertedero de Ca na Putxa está prevista en el Plan Director Sectorial de Residuos, pero las diferencias entre los dos consells pitiusos por el coste del transporte de los residuos desde Formentera ha impedido que se desbloquee la modificación del contrato para la construcción de esta infraestructura, calculada en 38 millones de euros.
Hasta el momento, la solución provisional para deshacerse de los lodos que se acumulan en las depuradoras ha sido utilizarlos como abono en los campos. Una medida que también provoca el malestar de los vecinos de la zona donde se depositan y la acumulación de insectos, entre otras consecuencias.
La estación de depuración de aguas residuales (EDAR) de la ciudad de Eivissa también cuenta con el mismo problema de acumulación de lodos durante el verano, un hecho que ha provocado incluso el cierre de una de las líneas de tratamiento.
Este rotativo ha podido saber que los vecinos se plantean llevar a cabo movilizaciones si los problemas de olores en la depuradora persisten.
Nueva EDAR
El Boletín Oficial del Estado publicó en marzo el anuncio de la licitación de las obras de la nueva depuradora de Santa Eulària. Una instalación que el Consistorio consideró entonces de «imprescindible» para paliar las carencias de la planta actual.
Estas obras tienen un presupuesto base de licitación de 8,69 millones de euros y obtendrán fondos europeos para su ejecución. Entre las especificaciones del contrato, el Gobierno de España ha fijado que la redacción del proyecto de construcción será de dos meses, mientras que los trabajos durarán 26 meses.
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