Los empresarios del West dan ya por perdido este verano, en lo que respecta a la mejora de la seguridad ciudadana. «Somos conscientes de que, mientras aterriza el nuevo equipo de gobierno y empieza a tomar medidas, los mismos problemas que teníamos el año pasado los vamos a tener éste», se lamenta Colomar.
Qué hacer con el West, y cómo resolver los retos que plantea, es una de las piezas clave que ha estado sobre la mesa de negociación para formar gobierno en Sant Antoni; los problemas del West son también los problemas de Sant Antoni como pueblo. Cualquier partido sabe que las decisiones que se adopten sobre el barrio y sobre seguridad ciudadana se van a examinar con lupa.
Mientras los bares se resignan a aguantar un verano igual o peor que los otros, el PSOE, Reinicia y el PI se preparan para desalojar por primera vez al PP del gobierno de Sant Antoni. Quién sustituirá a Xico Cardona como concejal de Policía Local de Sant Antoni, y qué hará para mejorar la complicada situación del cuerpo, es un asunto clave. De las muchas patatas calientes que aguardan al nuevo equipo de gobierno, la de la seguridad ciudadana quizá sea la de mayor envergadura.
Más policías
«Los problemas que tenemos en el West son evidentes, pero no tienen fácil solución», se queja Pepe Colomar; «así que siempre estamos como el pez que se muerde la cola». El remedio pasa inevitablemente por la contratación de más efectivos policiales, según Colomar. «No se me ocurre otra vía. Está muy bien que hagan ordenanzas, pero también hay que hacerlas cumplir».
El presidente de los bares del West duda de la eficacia de los agentes cívicos, la que ha sido la medida estrella del gobierno saliente del PP para paliar la falta de efectivos policiales: «Estos muchachos ayudan, pero, a la hora de la verdad, no pueden ni poner una multa». De modo que prefiere sin lugar a dudas una mayor presencia de policías «de verdad». La asociación también se muestra reivindicativa con la Adminsitración del Estado, de la que, asegura, siempre reciben la misma respuesta: «No disponemos de más efectivos».
Actualmente, según Colomar, hay solo un par de agentes para vigilar todo el pueblo, del todo insuficientes para controlar la venta ambulante o el menudeo de droga. La presencia policial también ayudaría a que los turistas, que llegan a saturar las cuatro calles que forman el West, mantuviesen una actitud más cívica.
Aun así, Colomar rechaza las comparaciones de Sant Antoni con destinos como Magaluf (famoso por el ‘mamading') y recuerda que, en la vila de Portmany, no se realizan ‘pub crawls' desde los años 90.
Sin servicio sanitario
La Asociación del West descarta en principio la contratación de un servicio sanitario privado este verano, como sí que se hizo el pasado con la empresa Emergency Staff, que instaló incluso una carpa para atender emergencias.
Aunque desde la asociación se valoran los «excelentes resultados» que obtuvo la iniciativa, este año han considerado que el control sanitario del West no era responsabilidad suya y esperarán, por lo menos, a la formación del nuevo gobierno; ha pesado también en esta decisión las críticas que recibió la iniciativa en algunos medios de comunicación.
2 comentarios
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A mí tampoco me parece acertado negar los pub crawls en el west. ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que el propio west ya es un macro pub crawl en sí.
Es totalmente falso que no se realicen pub crawls. Si los hay, y diariamente, he trabajado muchos años en esas cuatro calles, le reto a que lo vea cualquier día. No son tan numerosas como las de antaño, pero si las hay.