Si había una escuadra capaz de doblegar al Sóller, que acumulaba 17 jornadas consecutivas sin perder, ésa era la Peña Deportiva. Y así lo demostró ayer. El conjunto de Santa Eulària se impuso por 2-1 al cuadro mallorquín, en un partido que tenía controlado en la primera parte y que se complicó más de la cuenta cuando Tomillero, a los dos minutos de salir al campo, vio la cartulina roja con media hora de juego aún por delante.
Las cosas se pusieron bien desde el principio. Todavía había gente sentándose en la grada cuando Adrián Rosa apareció por alto para cabecear al fondo de la red un balón servido en una falta lateral. Minuto 6, 1-0. Mejor, imposible.
Los locales cumplieron con el guión previsto y llevaron el peso del partido. Con el marcador a favor y sin la presión de tener que buscar con ahínco la portería de un conjunto tan rocoso como el Sóller, los peñistas se sentían aún más cómodos sobre el terreno de juego. Pando llevaba la batuta a la perfección en la medular, pero a los suyos les faltaba precisión en los metros finales.
El conjunto de Mario Ormaechea, que ubicó a un peleón Kevin como nueve puro, tuvo profundidad por las dos bandas. Ramiro hizo daño por el costado derecho y el recién incorporado Rafa, además de mostrarse sólido atrás, se sumó al ataque con éxito en varias ocasiones.
En la recta final del primer tiempo, Kevin probó fortuna desde la frontal, pero su disparo se marchó alto. Luego, Pau Pomar cabeceó al portero en un córner ejecutado por Ramiro. Fue el aviso de lo que se avecinaba. El propio defensa de la Peña, que está en racha goleadora –lleva ocho dianas este curso–, marcó el golazo de la tarde en una jugada de estrategia. Piquero peinó un saque de esquina y Pomar remató el balón de manera espectacular a la red. Menudo obús. Era el 2-0, marcador que, por tercera vez seguida en Santa Eulària, se refleja al descanso.
En la segunda mitad, la intensidad descendió sensiblemente. La Peña se dedicó a guardar la ropa, pero tuvo que ponerse el mono de trabajo cuando Tomillero, que había entrado al campo en el 62, fue expulsado dos minutos después de entrar al terreno de juego por unas palabras que, al parecer, no gustaron al árbitro –o no las entendió, como defiende Ormaechea.
Al técnico peñista no le quedó otra que reestructurar su equipo. Decidió retirar del campo a Kevin, que poco antes había protagonizado una bonita jugada con asistencia a Ramiro, para dar entrada a otro defensa: Baena. Los locales no se echaron atrás, sino que decidieron presionar a su rival. Aun así, no evitaron que el Sóller redujera distancias en un claro penalti de Rubén Martínez que Marcos no desaprovechó.
El tanto supuso una dosis de esperanza para los visitantes, que se fueron arriba. Álex intentó sin éxito la igualada. Finalmente, los tres puntos se quedaron en casa y la Peña Deportiva continúa así como líder en solitario de la categoría.
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