Las lluvias de septiembre seguidas de las altas temperaturas de octubre han creado unas condiciones idóneas para que regresen uno de los peores enemigos de la población: los mosquitos. Aunque una vez finalizado el verano se dan por olvidados, la climatología ha sido su excusa perfecta para volver. Es por ello que el Consell d'Eivissa ha tenido que reactivar la campaña de control de mosquitos, que realiza la empresa pública Tragsa y que en un principio concluyó el pasado 30 de septiembre.
«Debido a la climatología actual, se ha generado una inusual proliferación de mosquitos en esta época del año», apuntó el biólogo y técnico de Medi Ambient del Consell d'Eivissa, Jaume Estarellas, que recordó que «las elevadas temperaturas, poco habituales, junto al poco viento y que ha hecho mucho sol, ha provocado que los charcos y las balsas tengan una producción larvaria importante».
Nueva partida
Estarellas explicó que fueron los vecinos los que dieron la alerta por las molestias que causaban. «Hicimos una salida al campo con el coordinador de Tragsa y comprobamos que la situación era insostenible», reconoció el biólogo, por lo que a continuación decidieron destinar una nueva partida presupuestaria para ampliar la campaña. En concreto, el Consell ha invertido ahora 8.500 euros, que se suman a los 71.000 que costó la campaña de septiembre.
Esta actuación extraordinaria consiste en un tratamiento larvicida basado en un producto biológico, Bacillus Thurginensis, que sólo ataca a la larva del mosquito. El mismo procedimiento que se llevó a cabo en la campaña ejecutada durante los meses de verano. Según detalló Estarellas, se trata de un proceso «más costoso y laborioso porque se tiene que ir charco a charco aplicando el producto», pero no afecta a otras especies ni se escampa por todo el medio.
El tratamiento se llevará a cabo hasta finales de mes en ses Salines y en los humedales de Platja d'en Bossa, ses Feixes y Talamanca, además de en las depuradoras de Santa Eulària, Cala Llonga y la balsa de Sa Rota y en los torrentes de la isla. La previsión del departamento de Medi Ambient del Consell es que estas condiciones meteorológicas continúen durante siete o diez días más, por lo que decidieron hacer el tratamiento «para no pasarlo mal durante quince días». «Si todo va bien bajará mucho el nivel de molestias», apuntó Estarellas.
La institución insular aprovechó para recordar las medidas que se deben adoptar en terrenos privados, donde se forman acumulaciones de agua y se producen grandes concentraciones de producción de larvas. Según el técnico, «hay un tipo de mosquito, chupador de sangre, que pone los huevos en fango húmedo y éstos son capaces de aguantar periodos de desecación, pero cuando el barro se moja, se reactiva el crecimiento de las larvas».
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