La consellera de Turisme, Carmen Ferrer, recordó la importancia que las empresas turísticas realicen el trámite de la declaración responsable de actividad, así como la correcta comercialización de sus establecimientos (infracciones que suponen las sanciones de mayor cuantía). «El objetivo de esta actividad inspectora y sancionadora no es la de recaudar, sino la de garantizar que nuestra oferta turística ofrezca la calidad que se establece por ley, así como evitar la competencia desleal», añadió.
Al margen de las sanciones impuestas, otras inspecciones se han resuelto con apercibimientos o con el archivo de la denuncia presentada.
Tipos de sanción
Entre las infracciones detectadas que se han sancionado como muy graves están la realización de la actividad turística sin haber presentado la correspondiente declaración responsable de inicio de actividad turística o la comunicación previa (una sanción de 50.000 euros).
En lo que se refiere a las graves, la negativa u obstrucción a la actuación de los servicios de inspección cuando esta impida el ejercicio de las funciones que legalmente o reglamentariamente los estén atribuidas (una sanción de 40.000 euros de sanción); la publicidad, la contratación o la comercialización de establecimientos, actividades o empresas que no hayan presentado la correspondiente declaración responsable de inicio de actividad turística o la comunicación previa cuando estas sean exigibles por la normativa turística - en este caso las sanciones han sido de 40.000 euros y otra de 5.000-; la realización o la prestación de servicios de actividades turísticas por quienes no tengan la habilitación preceptiva exigida por las normas en vigor, o que no haya presentado la declaración responsable de inicio de actividad turística o la comunicación previa, siempre que cumpla todos los requisitos necesarios para poder obtenerla (una sanción de 4.001 euros).
Las infracciones leves han estado relacionadas con la ausencia de hojas de reclamación, la falta de publicidad sobre todos los aspectos que sean exigibles por la normativa turística, la carencia de precios a disposición de los usuarios o no darlos la publicidad obligada, deficiencias de limpieza, de funcionamiento, de mobiliario o de enseres que forman parte de la explotación de la actividad turística. En esta categoría se han puesto siete sanciones de 500 euros cada una, dos de 600 y dos de 1.000 euros.
La actividad inspectora está continuando este año 2014, con expedientes abiertos que, una vez finalice su tramitación, pueden acabar con nuevas sanciones.
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