Lina Sansano, ayer al mediodía, en un momento de la entrevista que concedió a este periódico. | Toni Escobar

Después de un año sintiéndose apartada de los focos de decisión del Ayuntamiento de Vila, y frustrada por no poder llevar a cabo los proyectos que tenía previstos, Lina Sansano abandona. Ayer confirmó al PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA que dimite de segunda teniente de alcalde y que en los próximos días decidirá si también entrega el acta de concejal o, por el contrario, mantiene su compromiso con los ciudadanos que le votaron - fue la número 3 de la candidatura municipal - hasta el final de la legislatura.

—¿Por qué se va?

—Por agotamiento. En todos los sentidos. Por no sentirme respaldada y, además, desautorizada.

—¿Esa falta de apoyo se personifica en la alcaldesa, Pilar Marí?

—Sí. Ni ella ni mis compañeros de gobierno (salvo alguna excepción) me han apoyado en los proyectos que yo he creído que teníamos que llevar adelante.

—¿Cuáles son esos proyectos en los que no se ha sentido respaldada?

—Por una parte Cultura y Fiestas. Sólo como anécdota decir que el presupuesto de la biblioteca se me redujo casi un 26%. Pero lo más grave es lo que está pasando con Patrimonio. Creo que debería de ser una de las partidas prioritarias, que merecería ser la concejalía estrella, a nivel de gestión y a nivel de presupuesto. En Patrimonio hay una partida inicial de 1.800.000 euros para 2014. De ese dinero 52.000 son para los vigilantes del MACE, 1.500.000 son para el Consorcio, tanto para gasto corriente como gasto de inversión. Pero de lo que me queda, 200.000 euros, son ‘virtuales’; es lo que se llama un presupuesto vinculado. Sólo es real si se venden las oficinas de Carlos III y los parkings. Si no se venden, yo no dispongo de ese dinero. Y ya es el tercer año consecutivo que me ponen en Patrimonio presupuesto vinculado. Aparte, me quedaban 3.000 euros, que los he empleado en dar sendas becas a dos recién licenciados para datar y clasificar todo el material arqueológico. Ese trabajo lo deberían desarrollar dos arqueólogos, pero como no hay dinero ofrecemos dos becas que se pagan 500 euros al mes. Es tristísimo, pero es así. En cuanto al gasto corriente, creo que sólo tenía unos 4.000 euros para todo el 2014 y la alcaldesa me obligó a que se pagara de allí, sin mi firma ni la de la técnica responsable, el mantenimiento del reloj de la Catedral. Este gasto siempre se había asumido desde alcaldía.

Estamos en una época en la que todas las administraciones se aprietan el cinturón.

—Sí, pero el Ayuntamiento tiene dinero, o tenía. Por la venta del solar de los juzgados, por ejemplo, el Estado ha pagado 300.000 euros que están dentro del presupuesto del 2014. La alcaldesa me prometió que algo me tocaría para Patrimonio, pero luego no he visto ni un euro. A 31 de diciembre el remanente del Consistorio en Tesorería era de 10 millones.