Una mujer camina por uno de los pasillos del bloque de consultas externas. g Foto: S. G. C. | (c) Sergio G. Canizares

Con la puesta en marcha del nuevo hospital Can Misses, que hoy suma su tercera jornada en funcionamiento, las valoraciones de los profesionales son generalmente positivas, aunque se empiezan a ver algunos «inconvenientes».

La delegada en Eivissa y Formentera del sindicato de enfermería Satse, Mercedes Gómez, explicó que el primer día se detectaron pequeños problemas «con líneas de teléfono colgadas o con fallos en el soporte informático para poder acceder a las citas», aunque recordó que no dejan de ser «temas que se resuelven fácilmente» y «habituales» en el inicio de un nuevo hospital, por lo que pidió «un poco de rodaje para ver si las cosas funcionan realmente bien».

Hándicap

En relación al traslado, Gómez aseguró que la distancia entre los dos hospitales y las dimensiones del nuevo centro van a ser un «hándicap», porque los pasillos son «muy amplios» y el tiempo de traslado de los pacientes «será mayor». El remedio rápido que propuso fue «unos zapatos cómodos», aunque como solución real pidió «poner más personal de celadores». «No solo es necesario, sino imprescindible, porque las distancias son más largas», explicó la representante del sindicato, que recordó que hacen falta más celadores «no solo durante la puesta en marcha, sino también cuando estemos allí».

Gómez aseguró que la gerencia del Área de Salud reconoció que «todos los servicios van a necesitar más personal, pero que se pondrá conforme se vayan abriendo los servicios del hospital nuevo y según la demanda».

Para la delegada de Satse en las Pitiüses, el nuevo hospital era «muy necesario», porque la población «ha aumentado muchísimo» y el centro viejo «se ha quedado pequeño», donde urgencias «se satura constantemente». En este sentido, recordó que los pacientes se tienen que quedar en urgencias porque «las unidades de hospitalización están llenas».

Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de las Pitiüses, Luis Cros, aseguró que el nuevo hospital es «demasiado grande» si no se van a poner nuevas especialidades, como neurocirugía o hemodinámica.

Como inconveniente también destacó «los desplazamientos entre los dos hospitales», sobre todo cuando «hay servicios centrales, como radiología o urgencias, que todavía están en el viejo».