La dirección general de Medi Natural del Govern asegura que el proceso de elaboración del plan de gestión del Parque Natural de ses Salines no tiene «nada que ver» con la ralentización del proyecto de carril bici que tiene en cartera el Consell d'Eivissa. «Los motivos de paralización son una cuestión entre el Consell y el Ayuntamiento de Sant Josep», explicaron desde Medi Ambient.

La semana pasada la consellera insular de Mobilitat, Pepa Costa, indicó que por ahora habían dejado sobre la mesa la tramitación del proyecto del tramo final de la carretera de ses Salines, que incluye un carril bici, después de todas las objeciones presentadas por el Ayuntamiento de Sant Josep y por el Parque Natural de ses Salines. Según Costa, prefieren esperar a que el Govern elabore el plan de movilidad del parque natural, en el que ya se está trabajando, para ver lo que se puede hacer, por ejemplo dónde se dejará estacionar. El Parque Natural de ses Salines informó desfavorablemente el aparcamiento que había contemplado el Consell en el proyecto. Sant Josep también puso objeciones al carril bici del tramo final al considerar que va «de ninguna parte a ninguna parte». Es por ello, que la máxima institución insular quiere conseguir un consenso.

Ordenación del espacio

Según explicaron desde Medi ambient, los planes de gestión tanto del Parque Natural de ses Salines como de la costa oeste de Eivissa están en pleno proceso de elaboración. Ahora se ha abierto un proceso de participación pública para elaborar estos documentos que tienen que regir los espacios naturales incluidos dentro de la Xarxa Natura 2000. «Este proceso pretende involucrar a todos los agentes sociales, económicos y ambientales implicados en estos espacios naturales de alto valor ecológico para que hagan sus aportaciones y obtener así unos planes de gestión con el máximo de consenso posible», indican desde la Conselleria balear de Medi Ambient.

El 11 de febrero entre las 17,00 y las 19,30 horas habrá una reunión en el Consell d'Eivissa para hablar de ses Salines y de la costa oeste de Eivissa, así como de las balsas temporales. Es un encuentro abierto a agentes sociales, económicos y ambientales para tratar las presiones y amenazas que afectan a estos espacios naturales de alto valor ecológico. Después de estas sesiones se convocarán otras para recibir aportaciones sobre las medidas y actuaciones que se incluirán en los planes de gestión, para que estos salgan adelante «con el máximo consenso posible».