—¿Cómo es el día a día de la asociación de vecinos?
—C.C: El día a día es a base de mucha lucha, y estar siempre pendiente de todo lo que pueda necesitar el barrio, en necesidades y en fiestas como las que tenemos ahora.
—¿Nos pueden contar un poco sobre la programación que tienen?
—C.C: En principio, empezamos esta tarde a las 20,30 h con Los Corleones, y terminaremos el día 10. No faltarán comida y bebida, música y fuegos artificiales para cerrar las fiestas.
—¿Cómo consiguen hacer frente a todo esto? ¿No supone un gran esfuerzo en plena crisis?
—A.O: Muchísimo, la verdad que nos cuesta un sacrificio, vamos paso a paso. Durante todo el año lo que hacemos son muchas actividades, procuramos hacer cursos de asociación para recaudar algún dinerito, hacemos sorteos, rifas, las comparsas de Carnaval, cestas para navidades, y luego vendemos boletos, y esto lo vamos guardando para hacer fiestas como ésta. Mucha constancia y muchas horas para tener todo preparado para el día señalado.
—¿Tenéis pensado cosas para el próximo año?
—C.C: No, aún no, pero queremos que no sea menos; será más y mejor. Cuando terminemos estas fiestas ya pensaremos en las siguientes.
—Este año se han ampliado los días de las fiestas. ¿A qué se debe?
—A.O: Eso es un pequeño detalle, y es que, el día del patrón Sant Cristòfol cae en miércoles y la Banda Simfònica sólo puede tocar en sábado, por eso se ha ampliado.
—¿Ha tenido buena acogida estos años?
—C.C: Sí, muy buena, a todo el mundo le gusta la fiesta. Y aunque digamos «crisis», aunque haya crisis, si hay un poco de fiesta nos ayuda un poco a despejarnos y así no pensamos en cosas tristes. Encima, tenemos precios populares, no se paga más caro que en cualquier bar. Significa que los vecinos vienen a disfrutar, y está al alcance de cualquiera. El sábado hacemos una gran torrada con un menú de ternera de ibérico, con ensalada y patatas, y son sólo 5 euros. Es realmente muy asequible para todos lo que ofrecemos.
—¿Cómo empiezan a organizarlo todo?
—A.O: Ahora ya está casi todo organizado, pero da muchos días de trabajo, porque hay que contratar los músicos, que el Ayuntamiento ponga los medios y que todo esté en orden. Ya todo está casi preparado, ya se está montando el escenario, las carpas, las sillas, las mesas, los cocineros y tenemos muchísima gente que está dispuesta a colaborar. Cada año parece que se colabora mucho más, incluso recibimos la ayuda de muchos jóvenes. La gente se va involucrando cada vez más a lo que son las fiestas del barrio. A la gente le encanta.
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