El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, considera que don Juan Carlos «debería haber sido el primero», cuando conoció en 2005 y 2006 las actividades «presuntamente irregulares» del Duque de Palma Iñaki Urdangarin, en ponerlo en conocimiento de la justicia para que se investigara «si había actividades irregulares de Urdangarin en el caso Nóos, como después se está demostrando». «Si el Rey no lo hizo, tiene un responsabilidad directa desde aquel tiempo», ha dicho.

En un desayuno con los medios de comunicación en Bilbao, Lara ha dicho que, «si el Rey tuvo conocimiento de las actividades entonces presuntamente irregulares, ahora ya parece que son más irregulares porque si le han puesto una fianza de 8 millones de euros no es cualquier cosa menor y hay algo más que un indicio», lo debería haber puesto en manos de la justicia.

«Si había indicios de actividades irregulares de Urdangarin y el Rey lo conoció entre 2005 y 2006 y le pidió que abandonara aquellas actividades, la obligación del jefe de Estado, en ese momento, como cualquier otro ciudadano, pero especialmente por ser el jefe del Estado, era haber puesto esos conocimientos que tenía de esas supuestas irregularidades en manos de la justicia o de la fiscalía para que lo investigara», ha reiterado.

En su opinión, «si el Rey no lo hizo, tiene un responsabilidad directa desde aquel tiempo». En ese sentido, ha advertido de que «no sirve que le haya dado una regañina al yerno, porque no estamos hablando de una familia normal en nuestro país, sino que se trata del jefe del estado y de temas que afectaban de manera muy seria a la jefatura del Estado».

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TERCERA REPUBLICA

Para Cayo Lara, en este momento, «está en cuestión la figura del jefe del Estado clarísimamente» y, según ha afirmado, «la Casa Real, en este momento, es la que más esta haciendo momento por el advenimiento de la tercera república en nuestro país».

Tras recordar que la Constitución «le ampara y el Rey tiene impunidad absoluta y, por tanto no es responsable de sus actos ante los ciudadanos», el coordinador general de IU ha insistido en que «desde el minuto uno, el jefe del Estado tiene que ser el primer ejemplo de un país».

Por ello, ha añadido, «si quiere tener la confianza y aplauso de los ciudadanos, cuando, además, no es elegido por los propios ciudadanos, su conducta tiene que ser ejemplar cada día».