Ignacio Rodrigo, el concejal de Vila que en septiembre abandonó el Partido Popular para pasarse a su socio de gobierno, el Partido Renovador de Eivissa y Formentera (PREF), mira ahora hacia atrás y hace balance de los resultados de este «golpe en la mesa» que dio en el Ayuntamiento de Eivissa cuando hizo pública una carta criticando la forma de gestionar de la alcaldesa Marienna Sánchez-Jáuregui que, según dijo entonces, había creado «un cuello de botella» en la alcaldía por su incapacidad de delegar en sus concejales. Ahora Rodrigo dice que «se ha pacificado la situación». Sin embargo, anuncia que no dudaría en utilizar la libertad de voto si hubiera una situación que así lo demandara.

—Ha pedido a Jáuregui que delegue, pero lo primero que hizo tras pasarse al PREF fue quitarse de encima las concejalías de Comercio y Mercados para quedarse solo con el área de Turismo. ¿No es decir una cosa y hacer otra?
—No, no es un discurso incoherente. Falta quizás a la opinión pública una parte del histórico. Era algo que ya veníamos hablando desde hacía tiempo y era parte de una decisión que se estaba retrasando. Con mi jornada parcial vimos que no llegaba con la debida diligencia en el tema de comercio, a pesar de que se estaba haciendo mucho trabajo, y que había otros compañeros que podían asumir esas responsabilidades. Entonces, aprovechando el golpe en la mesa, dijimos, venga, la reorganización que está pendiente y hablada, vamos a hacerla.

—¿Le parece correcto cobrar lo mismo trabajando menos?
—Sí, no es una cuestión de productividad, es una cuestión de tiempo y de dedicación. De hecho, el reparto de funciones no estaba bien planteado desde el principio.

—En comparación con concejales de otros ayuntamientos que también tienen dedicación parcial, el suyo es un caso especial.
—No sé si en otras concejalías a jornada parcial en otros ayuntamientos llevan turismo y otras áreas. Aquí es una concejalía muy transversal, que te permite hacer poco o mucho, depende del interés y de la iniciativa que tenga cada uno.

—La alcaldesa llegó a decir que usted nunca ha llevado Comercio y Mercados, y que realmente no se había hecho nada en estas áreas.
—Bueno, yo entiendo que en aquella crisis hubo comentarios y que al final cada uno defendía su postura. A nivel objetivo, cuando uno hace más de 500 expedientes (ocupación de vía pública, fiestas, etc) en un año, creo que se ha hecho trabajo. Esto es innegable, no es una valoración subjetiva.

—¿Ha comentado con la alcaldesa esta descalificación pública que hizo sobre su trabajo?
—No, cuando pasó lo que pasó, cada uno entendimos que teníamos que defender nuestras posturas. Ya pasamos página, se ha pacificado la situación y no le damos muchas más vueltas.

—¿Cómo es su relación con Sánchez-Jáuregui?
—La verdad que al principio fue un poco incómoda a raíz de mi carta y demás, pero ahora el sentimiento que tengo es el del ‘feeling' que había en campaña. Estamos mucho más en línea y se consultan las cosas.

—¿Ha logrado abrir el cuello de botella creado en Alcaldía?
—Honestamente, me da la impresión de que sí, creo que ha habido una reacción positiva. Ha costado, hubo dos o tres semanas de reajuste, pero me da la impresión de que el ‘feeling' que hay ahora, que puedes hablar con tus compañeros, es positivo. Y ella está mucho más abierta a delegar, nos hemos reorganizado. Estoy cómodo ahora.

—Hace ya un mes que se pasó al PREF y no se han visto muchos avances en los temas que Vila tiene pendientes y de los que usted se quejaba en la carta. Al contrario, en algunos hubo confusión, como en el caso del puerto.
—Bueno, con el puerto al final aprobamos por unanimidad el acuerdo. La patata caliente que teníamos era decidir qué opción queríamos y trasladárselo a la Autoritat Portuària. Si ahora cambia de opciones ya no es una responsabilidad nuestra. Hemos dicho la decisión del Ayuntamiento y oficialmente no tenemos que opinar nada más.

—Pero los otros temas siguen pendientes [las contratas de agua y limpieza, el Cetis]
—Eso es una opinión suya. Por ejemplo, hemos hablado del puerto y se ha tomado una decisión. Podemos hablar del Cetis que tenemos el tema jurídico a punto de solucionar, el agua [la contrata] también. Creo que se han avanzado cosillas.

—El PREF se enteró por la prensa de la decisión del Ayuntamiento sobre el puerto. ¿Es real esta relación amistosa?
—Quizás se precipitaron las declaraciones, pero el lunes se aclaró en junta de gobierno y el martes se aprobó por unanimidad en el pleno. Habremos dado una imagen equivocada o era la correcta en aquellos tiempos, pero de un mes para acá ha evolucionado mucho la situación.

—Con respecto al Cetis, no solo no avanza sino que empeoró; ahora Vila tiene interpuesto un contencioso ¿Qué puede decir de esto?
—Sé que van muy avanzadas las conversaciones y ahora mismo estamos pendientes del análisis de un informe jurídico que está haciendo el secretario para tomar una decisión. El Cetis en esta legislatura va a ser la pieza más sensible de nuestro paso por el Ayuntamiento, así que me apetece ser prudente y esperar a ver lo que dice el secretario. Ya no va de quince días.

—¿Usted cree también, como la alcaldesa, que la ciudad está más limpia?
—Yo creo que es muy mejorable la limpieza de la ciudad.

—Y sobre la tramitación de las contratas de basura y agua, ¿tiene alguna novedad?
— Con la contrata del agua, el compromiso que hay desde la alcaldía es que en un trimestre va a estar solucionado. Y el de la basura me consta que ya hay una empresa contratada que está redactando el pliego. Espero que para el año que viene tengamos una nueva contrata y se note la mejora en la limpieza.

—¿Utilizaría la libertad de voto si lo creyera necesario?
—A nosotros, el PREF, nos ha dicho que tenemos libertad de voto, pero soy consciente de que romper la disciplina de voto sería romper el gobierno. Si hubiera una decisión de ese calibre, tan trascendental para Eivissa que supusiera romper el gobierno, lo rompería. No tengo un apego a la concejalía lo suficientemente grande como para que por el tema de la disciplina de voto me viese obligado a tomar una decisión de la que me pudiera arrepentir el día de mañana. Pero hemos demostrado con el puerto que, cuando son temas de estado, se pueden hablar las cosas, se pueden consensuar, y al final sacamos una decisión por unanimidad. Esto es un equipo de gobierno, y si se decide tomar una posición, salvo que sea algo que por sentido común crea que va en contra de mis principios y supone la ruina para Eivissa, la apoyaré.

—¿Se ha planteado en algún momento pedir a Jáuregui que se someta a una cuestión de confianza?
—No, cuando yo hice el movimiento no lo hice para que gobernara PSOE, ExC, o Toni Villalonga, lo hacía para que fuera un revulsivo y para plantear que teníamos que defender nuestro programa. El programa fue hecho en campaña por el equipo que ahora mismo gobierna. No nos lo impusieron ni desde Génova ni desde Mallorca. Y estoy convencido que lo podremos llevar a cabo. Asumí el riesgo con un golpe en la mesa de que me pudieran sacar del equipo de gobierno, pero siempre apoyaré ese programa, está claro. Es con el que me votaron y con el que soy coherente.

—Si la alcaldesa decidiera no terminar la legislatura, ¿a quién apoyaría como alcalde?
—El sucesor natural sería Juan Daura, que es el número dos de la lista. Pero la veo a ella con fuerza, y además siempre ha dicho que va a resistir carros y carretas. Yo creo que va a aguantar la legislatura.

—¿Cómo quedó la relación con tus compañeros, desde que se cambió al PREF?
—Bueno, al principio estaba un poco tensa, pero como ya dije antes, ahora lo veo más grupo y más equipo que hace tres meses.

—¿Cree que este equipo de gobierno está preparado para manejar el municipio?
—Hombre, al ser novato, tardas un poco en hacerte con la situación. Creo que es verdad que cuando uno llega y no tiene experiencia en política le cuesta encontrar su sitio, controlar los procesos administrativos. Pero creo que ahora ya empieza ser un equipo fuerte. Hay tres o cuatro decisiones muy importantes que van a hacer que la ciudad que nosotros encontramos sea una ciudad diferente dentro de cuatro años: Cetis, la nueva contrata de limpieza, la publicidad y el puerto.

—¿Las nuevas reuniones de los lunes para pasar revista a los temas de gobierno es uno de sus logros?
—Y no solo eso, incluso ahora se ha estructurado de una forma más piramidal. La alcaldesa se apoya en sus dos tenientes de alcaldes, y cada teniente de alcalde ahora tiene una responsabilidad por encima de algunas de las concejalías. Y ahora no solo tenemos la reunión semanal con la alcaldesa, sino que hay reuniones semanales con los tenientes de alcalde, o sea que muy bien.

«Tengo tradición familiar ‘pepera' pero soy un poquito rebelde, tengo un pensamiento libre»

—¿Cómo llegó a la lista del PP de Vila? ¿De la mano de quién?
—Sinceramente, a mí quién me enfocó un poquito fue Enrique Fajarnés.

—¿Cómo le convenció?
—Bueno, me pilló en un momento profesional muy cómodo para mí para dedicarme a la política porque estaba recién salido de mi antiguo trabajo, y me pareció que podía ser interesante. A Marienna ya la conocía hace años y ella al final fue la que invitó a formar parte de la lista.

—¿Durante cuánto tiempo fue militante del PP?
—Me afilié una semana antes de las elecciones.

—De ahí su desapego por el partido.
—Yo tengo una tradición familiar ‘pepera', pero soy un poquito rebelde, tengo un pensamiento como muy libre. Entonces, aunque en esencia mi pensamiento está en la derecha o centro derecha, me cuesta mucho encorsentarme. No creo en la indisolubilidad del matrimonio canónigo ni en las afiliaciones de por vida».

—¿Tiene buena relación con su exjefe, el empresario Abel Matutes?
—Sí, tengo muy buena relación con él.

—¿Le ha hecho alguna propuesta como presidente de la Mesa de Turismo a nivel nacional?
—A mí las opiniones de Abel me parecen muy importantes, como la de otros empresarios de la Isla. Sí que me ha gustado picotear el punto de vista de todos ellos, pero no solo de Abel: de Ricardo Urgell y de personajes que han demostrado un éxito en lo profesional, y para mí su opinión tiene mucho valor.

—Se le considera una persona que defiende sus intereses. ¿Es así?
—En Eivissa ciudad tiene pocos intereses, tiene más en Sant Josep. Yo intento defender los intereses generales y no es una frase tipo. Pero evidentemente a mí las opiniones de Abel me importan y me gusta escucharlo. No es que tenga mucha relación. Creo que este año nos hemos visto tres veces, pero me sigue invitando a su cena de Navidad y yo, honrado, voy.

—¿Se ha comunicado con usted tras su paso al PREF?
—Sí, le vi un día, y me pego un toque de mucha prudencia y me dijo que no estaba muy de acuerdo con mi actitud. Pero nada, cada un tiene su camino.