Las previsiones climatológicas no presagiaban nada bueno para la jornada ayer, por la amenaza de una gota fría que está azotando a la península; y quizás fue por eso, por el hecho de pensar que la fiesta podría suspenderse por lo que los vecinos de Sant Miquel y localidades próximas se volcaron la festividad y le pusieron más ganas que nunca al día grande.
Tras la misa, que se alargó durante más de una hora y a la que no asistió el obispo de Eivissa, Vicente Jua, se abrió paso a la colorida y solemne procesión. Posteriormente llegó el turno del balle pagès a cargo de la Colla de Balançat. El espectacular baile que se marcaron los miembros de la colla fue recibido con atronadores aplausos entre el público asistente, que posteriormente disfrutó de los típicos bunyols y orelletes.
La fiesta continuó por la noche, con el conciertro de Joan Murenu i una colla de gent bona en la plaza de Sant Miquel. Murenu dio paso a 4 de Copes y a Projecte Mut, que se alargaron hasta bien entrada la madrugada. En el intermedio de estos dos conciertos se celebró un correfoc por la plaza del pueblo a cargo de Els Mals Esperits.
Para hoy a las 19 horas está prevista la actuación de la Agrupació de Cant de Sant Miquel y a las 20 horas teatro a cargo de del Grup de Teatre es Cubells.
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