El Gobierno de Mariano Rajoy anunció hace meses que los funcionarios incrementarían su jornada laboral a 37,5 horas semanales, una medida que debía ponerse en funcionamiento el 1 de julio. Casi tres meses después el cumplimiento es bastante desigual en los ayuntamientos de la Isla. Santa Eulària, Sant Antoni y Sant Josep ya lo hacen, pero el Consell y el Ayuntamiento de Sant Joan aún no lo han puesto en marcha.
En los últimos meses ha habido reuniones entre el Consell y los ayuntamientos para ver cómo se ponía en marcha el horario. En todas las instituciones decidieron que darían flexibilidad para que los funcionarios pudieran elegir entrar media hora antes, salir media hora después o recuperar las horas un día por la tarde. Solo el Ayuntamiento de Sant Josep optó por suprimir la media hora para desayunar fuera a petición de los propios sindicatos y, de esta forma, seguir haciendo el horario de 8,00 a 15,00 horas.
Según explicó el concejal de Interior de Sant Josep, Serafín Grivé, desde mediados de julio aplican este nuevo horario, aunque en realidad en julio y agosto la jornada ha sido de 8,00 a 14,00 horas porque en verano dan una hora de «gracia». Ha sido ahora en septiembre cuando han experimentado de verdad cómo funciona. «En realidad estamos todavía en período de prueba, porque esto de saltarse el desayuno lo pidieron los sindicatos y nosotros les pusimos pegas porque les dijimos que era duro estar tantas horas sin salir a tomar algo», explicó Grivé, que indicó que si ven que no funciona harán lo mismo que el resto de instituciones: entrar antes o salir después o recuperar un día por la tarde.
Fruta y galletitas
Por ahora los funcionarios parece que lo llevan bien y se traen algún tentempié, como una pieza de fruta, para aguantar toda la mañana. «Yo mismo tengo unas galletitas de Inca por ahí para picar», explicó el regidor. Lo malo es que los bares de Sant Josep se han quedado sin gente por las mañanas. «No hemos querido perjudicar la economía de los bares, esto lo propusieron los sindicatos», defendió Grivé.
En Sant Antoni, el primer teniente de alcalde, José Antonio Verdugo, explicó que aplican la medida desde el 17 de septiembre. Justificó que no han podido hacerlo antes debido a las negociaciones con los sindicatos. En este caso han dado flexibildiad para que los funcionarios elijan la jornada que mejor les va: de 7,30 a 15,00 horas o de 8,00 a 15,30. La mayoría han optado por la de 7,30 a 15,00 horas y unos menos han preferido la otra por cuestiones de conciliación familiar. También hay alrededor de 8 empleados (de servicios jurídicos y alguno de urbanismo) que han optado por seguir haciendo la jornada habitual y recuperar un día por la tarde. «A los sindicatos no les gusta la ampliación del horario, pero nosotros tenemos que cumplir un decreto y hemos intentado dar la mayor flexibilidad para que sea menos doloroso», indicó Verdugo, que recordó que esto entra en la política de incrementar la productividad. Preguntado por el retraso a la hora de aplicar el decreto, ya que solo llevan una semana con el nuevo horario, indicó que no pasa nada y que hay otros sitios donde aún no se ha empezado.
Desde el Ayuntamiento de Sant Joan indicaron que aún no se ha abordado el tema y que todavía no saben cómo lo aplicarán. Santa Eulària informó de que ellos, por convenio colectivo y pacto estatutario, ya tenían una joranda de 37,5 horas semanales desde hace tiempo, con lo que no tienen que revisar el horario. Vila y Formentera no aclararon cómo y cuándo aplicarán esta medida.
2 comentarios
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Toda la razón "trabajador" esta medida es pura demagogia cara al resto de la ciudadanía. No se va a producir más y no sólo porque los funcionarios no queramos producir sino por que ante la falta de dinero la administración esta absolutamente paralizada lo que hace muy difícil ser productivo si no tienes medios. Como funcionario esta medida es un palo más un recorte más (más trabajo por mensos dinero) que se suma al resto de recortes (congelaciones salariales de varios años, rebaja de u. 5%, una paga extra menos, menos días moscosos que se dieron en su momento a cambio de otra congelación salarial). Mientras los políticos no han perdido ni una sola de sus prebendas, a pesar del rechazo de toda la sociedad.
Incrementar 30 minutos la jornada no aumentará la productividad ni causará ningún ahorro. De nada sirve aumentar la jornada y suprimir la paga extra si los políticos de de turno se siguen llevando el dinero. Los ciudadanos de esta isla deben empezar a reaccionar porque sino, será demasiado tarde. Los negocios de hostelería se resentirán y sobre todo, estas navidades más de una empresa tendrá que cerrar. Pero bueno, la culpa, como siempre, es del trabajador. Vivan los políticos. Hagámonos todos políticos y así se acabará la miseria.