Minutos antes de las seis de la tarde, una cola de niños acompañados de sus padres ya esperaban impacientes el comienzo de la fiesta. Éstos vestían para la ocasión divertidas toallas de dibujos animados, bañador y gafas de bucear para proteger sus ojos de la irritante espuma.
Desde que los asistentes entraron en la discoteca, otro de los grandes protagonistas de la noche, el payaso Piruleto animó sin parar a los pequeños invitados y a sus padres a pasárselo en grande en todo momento.
Finalmente y entre gritos de emoción el payaso dio paso al lanzamiento de la esperada espuma. Los cañones lanzaron su carga pringando a los padres y a los niños que llenaban la inmensa sala, que en poco tiempo quedó llena.
En la fiesta solidaria a la que asistieron centenares de niños de edades diversas (hasta los doce años), se recaudaron fondos a beneficio de la Associació de Persones amb Necessitats Especials de Eivissa i Formentera (APNEEF).
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