Si se hace un recorrido en los últimos años, hay que apuntar que en el año 2000 la esperanza de vida en las Pitiüses era la más baja de todo Balears (77,93 años frente laos 78,51 de Mallorca y los 79,69 de Menorca). De esta evolución se destaca que en las Pitiüses se ha aumentado en más de cinco años, según los datos publicados por Ibestat.
Los más altos
En el informe se destacan los valores de las Pitiüses, «que en los últimos años presentan los valores más altos, aunque sus fluctuaciones, como también sucede en el caso de Menorca, muestran una cierta inestabilidad de los datos, ya que para su cálculo se parte de poblaciones estimadas de pequeñas dimensiones», apunta.
En esta línea, durante el 2010 la esperanza de vida de los varones de las Pitiüses es de 80,43 años mientras que la de las mujeres es de 84,85 años. En el año 2000 esta cifra descendieron hasta los 74,1 para los hombres y hasta los 82,2 para las mujeres.
Estos datos demuestran que la esperanza de vida al nacer en las Pitiüses es más elevada que la media tanto en Balears como en el territorio nacional donde se establece en 81,51 años y 81,96, respectivamente.
A los 65 años, la esperanza de vida se sitúa en Balears en los 20,12 años mientras que en las Pitiüses está en los 20,9 años. Por sexos hay que apuntar que mientras los hombres tienen una esperanza de vida de 20 años más, en las mujeres se cifra en los 21,9 años. La media balear, por su parte, es de 21,8 años y 18,22. En comparación con hace diez años, en el 2000, la esperanza de vida a los 65 años era de 18,21 años. En el caso de las mujeres era de 19,9 mientras que en los varones de 65 años era de 16,4 años, según los datos publicados por el Ibestat.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Pues en las necrológicas casi diariamente se informa de una o dos personas de entre 55 y 65 años fallecidas. Así que no me cuadra la noticia.
Y si no fuese por el turismo de "mierda" que tenemos en la isla podríamos llegar perfectamente a los 100 años. En verano ya hay personas, sobre todo mayores, que se marchan fuera de la isla para no tener que aguantar este turismo de gamberros que cada año nos visita.