El jefe del servicio de Medicina Interna del hospital Can Misses, Josep Mª Tugués, explica el nuevo protocolo de gestión de camas que se ha puesto en marcha para agilizar las altas hospitalarias con una mayor coordinación entre los servicios y evitar la saturación de servicios como Urgencias. Medicina Interna gestiona entre 50 y 60 camas de las 190 disponibles. Tugués explica que ahora se está «en una situación de carencia de camas muy importante», con muchos enfermos que se descompensan a causa del frío que implica una mayor necesidad de ingresos hospitalarios por lo que se ha impulsado este protocolo.
-¿En qué consiste el protocolo de gestión de camas?
-Este protocolo consiste en agilizar al máximo el alta hospitalaria del paciente ingresado. El facultativo tiene que decidir cuando está el paciente en disponibilidad de ser dado de alta dando las máximas garantías de que no va a tener una recaída en los próximos días. Para agilizarlo hay que poner en marcha la prealta en la que un paciente, según su evolución clínica, se puede dar de alta al día siguiente de haberle avisado a sus familares y cuidadores. Este paciente puede dejar el hospital para que se pueda realizar el drenaje de pacientes ingresados las últimas 24 horas en Urgencias. Este circuito implicaría que muchos pacientes ingresados puedan dejar el hospital entre las diez u once de la mañana del día siguiente de este aviso de prealta.
-¿No temen que al agilizar al máximo las altas contribuya a la recaída de pacientes?
-No, para nada. No tiene que abandonar el hospital ningún paciente que no esté perfectamente estabilizado con las máximas garantías.
-¿No pueden sentirse presionados los facultativos por esa necesidad de agilizar altas?
-Agilizar las altas no quiere decir presionar a nadie, sino significa que los circuitos que nos permiten tener la máxima disponibilidad de camas estén lo más engrasados posibles. Que no haya nadie que porque, por ejemplo, no se le haya hecho una radiografía se tenga que quedar 24 horas más en el hospital. Que haya coordinación en las distintas unidades para aumentar las camas disponibles y que los pacientes se le de el alta pero siempre subrayando que sea con las máximas garantías, porque no es un buen negocio que el enfermo prematuramente se dé el alta sin que esté compensado y a los dos día tenga que volver a estar ingresado.
-¿Cuál es la situación actual del hospital?
-Fluctúa, no de forma ondulante sino en dientes de sierra. Hay guardias relativamente tranquilas y otras en las que hay muchos ingresos. En estos momentos coincide con las enfermedades propias de estas semanas de frío con el agravante de que este año ha habido un frío más fuerte que otros años, pero, a pesar de todo, se están gestionando muy bien las camas hospitalarias y puedo tener elementos de juicio por que Medicina Interna es la que gestiona más camas.
-¿Ayuda la apertura de las 14 camas en la gestión de este protocolo?
-Sin duda, pero hay momentos en los que, a pesar de su apertura, hay picos absolutamente imprevisibles de demanda asistencial, como el de la llegada de la ola de frío siberiano, en los que si no hubiera un protocolo de gestión de camas ni aunque tuviéramos dos plantas más abiertas podríamos tener la suficiente capacidad para tener la disponibilidad de camas.
-¿Ha mejorado la situación desde que se encontraron con esa situación tan imprevisble por la ola de frío?
-No, no. Este fin de semana tuvimos 16 ingresos de área médica y parecía que se había normalizado, con cinco o seis ingresos por día, pero del lunes al martes hemos tenido los mismos ingresos que durante los últimos tres días.
-¿Con este protocolo se trata de evitar que se colapse Urgencias?
-Si duda. Esto es como una cadena de montaje, cuando un paciente llega a Urgencias para que no se quede atascado se tienen que agilizar las altas en las distintas plantas. Esto justificaria que se haga un hospital nuevo, porque no tiene sentido su construcción si aquí estuviéramos sobrado de camas.
«Los tratamientos de alto coste no han sufrido recortes»
El responsable del servicio de Medicina Interna, Josep Maria Tugues, asegura que las terapias ofrecidas en su servicio no han sufrido ningún recorte. «Todos los tratamientos de alto coste, como los biológicos y los de VIH, no han sufrido ningún recorte. Los pacientes siguen recibiendo su tratamiento». Además, señaló que la actividad docente se mantiene con residentes de la especialidad de Medicina Interna desde hace dos años. «Esto da un potencial al hospital y de cara al nuevo centro. Tiene un coste elevado pero no hay recortes», insistió el doctor Tugués.
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