Gaspar se despidió junto a Melchor y Baltasar de los más pequeños de Eivissa y Formentera hasta enero de 2012.

Melchor, Gaspar y Baltasar ya pueden descansar tranquilos tras unos últimos días de auténtico infarto en los que han tenido que participar en numerosos actos en Eivissa y Formentera y, además, han dejado regalos a todos los niños que han sido buenos en las Pitiüses.

Sus últimas apariciones públicas fueron ayer por la mañana durante las cabalgatas de Puig d'en Valls y Jesús y por la tarde en las de Sant Lorenç y Sant Joan, además de alguna aparición puntual como la que hicieron en el Hospital de Can Misses, donde visitaron a los niños que están ingresados en el área de pediatría y de maternidad, repartiendo regalos en Formentera, o la de la fiesta que organizó desde primera hora de la tarde la asociación de vecinos de Es Clot en el Parque de la Paz de Vila.

Por todo ello, sus majestades de Oriente tuvieron que madrugar y echar mano de toda su magia para poder teletransportarse y poder llegar a todos los lugares después de una noche de lo más intensa en la que recorrieron todas las casas de Eivissa y Formentera para dejar los regalos que les habían pedido.

Así, la jornada para ellos comenzó a las diez de la mañana con una visita a las áreas de pediatría y maternidad del Hospital de Can Misses. Desde allí, se desplazaron hasta Puig d'en Valls donde a las diez y media estaba previsto que comenzara su primera cabalgata del día en Eivissa.

Allí les esperaban unas cien personas, entre niños y padres, ansiosos por despedirlos hasta el año que viene. Por eso cuando la música de los villancicos interpretados por la Agrupació Musical del Cristo de l'Agonía anunció su llegada por las calles la emoción se desbordó.

«¡Papá, ya están aquí!», «¡por allí vienen, son ellos, son ellos», gritaban casi entre lágrimas algunos de los más pequeños mientras sus padres les iban diciendo cúal era el orden de unos reyes que aparecieron sobre las mismas carrozas que se habían empleado el jueves en la cabalgata de Santa Eulària y con el trenecito turístico lleno de niños cerrando la comitiva.

Sin embargo, tras ser sepultados por una lluvia de papelitos de color oro y plata y de cientos de caramelos, lo mejor llegó cuando Melchor, Gaspar y Baltasar se dieron un baño de multitudes en la puerta de la iglesia donde no pararon de abrazar, besar y hacerse fotos con todos los niños.

Rumbo a Jesús

Por todo ello les costó lo suyo llegar a sus tronos y empezar a dar los regalos que habían traído a algunos niños de Puig d'en Valls. Tras lograrlo, sus majestades y sus pajes se volvieron a montar en las mismas carrozas reales con las que habían llegado y emprendieron camino hacia Jesús.

Allí se repitieron las mismas escenas de emoción, incluyendo alguna que otra lágrima, entre los niños más pequeños que esperaban ansiosos en brazos de sus progenitores el paso de los tres magos de Oriente.
La espera mereció la pena ya que Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a la localidad cargados de caramelos y acompañados de algunos de los personajes de dibujos animados más conocidos por los niños como Bob Esponja, Winnie The Pooh o Minnie, la novia de Mickey Mouse.

Además, la comitiva real contó a su paso por Jesús con la presencia de los alumnos de la escuela de baile Paso a Paso, que iban bailando detrás de cada una de las carrozas. Precisamente ellos fueron, junto a los tres Reyes Magos, los que se llevaron las ovaciones más grandes cuando, tras el protocolario paso por la iglesia, hicieron un baile inspirado en la película El Mago de Oz en la plaza de la localidad.

Intensa tarde

Tras descansar un poco a mediodía, y tras haber repartido también regalos a los niños de Sant Francesc, en Formentera, Melchor, Gaspar y Baltasar continuaron con su intenso día por la tarde.

Su primera cita la tuvieron a partir de las cuatro en el Parque de la Paz de Vila donde la asociación de vecinos Es Clot organizó una fiesta con verbena infantil, reparto de juguetes y una gran chocolatada gratis para todos los que acudieron.

Tras ello pusieron rumbo a Sant Lorenç, donde estaba prevista su llegada a eso de las seis de la tarde para repartir regalos a todos los pequeños del municipio, y finalmente a Sant Joan, donde una hora más tarde terminaron este año su recorrido por Eivissa y Formentera, despidiéndose de todos los niños de las Pitiüses con un ¡hasta el año que viene!.

Una sonrisa, convertida en la mejor medicina

«Ahora ya están todos curados», bromeaba una de las enfermeras del área de pediatría del Hospital de Can Misses cuando Melchor, Gaspar y Baltasar entraban en una habitación a visitar a un niño ingresado.

Y es que si las sonrisas fueran medicinas posiblemente la mayoría de los niños hubiera terminado la jornada de ayer sanos tras la visita de los Reyes.

No en vano, sus majestades de Oriente, que estuvieron acompañados por la consellera de Salud, Familia y Bienestar Social, Carmen Castro, y el presidente del Consell de Eivissa, Vicent Serra, hicieron gala de un gran sentido del humor en todo momento, gastando bromas a todo el personal del centro que hacía guardia, y dando regalos a todos los niños ingresados. El mejor de ellos, el conseguir arrancarles una sonrisa en medio del dolor.