Ante la crisis, regalos de segunda mano

En este sentido además del tradicional mercadillo de los sábados en Sant Jordi y de los domingos en Cala Llenya, en la carretera de Santa Gertrudis, junto a la zona industrial de Can na Palava, se encuentra Ibiza Troc, un enorme lugar en el que se puede encontrar prácticamente de todo.

«Es como un Sant Jordi pero con varias naves en las que se vende de todo menos ropa interior», asegura con una gran sonrisa Elisabeth, la encargada, mientras no paran de entrar clientes curioseando de aquí para allá. De hecho, el lugar está dividido en varios ambientes en los que hay desde antigüedades a televisores y vídeos de todo tipo, pasando por artículos de decoración, ejercicio físico, libros, alfombras, ropa, gafas, muñecas, botellas y hasta objetos para el paintball.

Todo ello con precios que oscilan entre los dos euros de algunos pantalones hasta los más de mil que pueden costar algún que otro espejo que son verdaderas obras de arte.

Además, según Elisabeth, «aquí todo el mundo sale ganando porque todos los productos han sido previamente traído por clientes que lo dejan a modo de depósito en un precio fijado de común acuerdo entre ellos y nosotros y luego reciben el dinero por el que ha sido adquirido menos un porcentaje nuestro».