Sonrisas y alegrías que curan más que medicinas

No en vano, Cárceles ha sido siempre la imagen de este programa que nació en el año 2004, iniciado por la asociación ADAS, y que actualmente desarrolla el Club Náutico Ibiza para ofrecer actividades lúdicas, deportivas y terapéuticas en el mar para personas mayores y con necesidades especiales.

Él es el coordinador de las actividades que se ponen en marcha todos los años y a las que cada vez acuden más usuarios, como demuestra, según Cárceles, «que de los siete primeros hemos pasado a los 242 de este verano que han venido de tres residencias geriátricas, dos talleres ocupacionales, un centro de día, un hospital de día, cuatro asociaciones, un centro de esclerosis múltiple y 1 centro de menores».

A todo esto ayuda que cada año se añaden novedades. La más importante este año ha sido la puesta en marcha de la plataforma de hidromasaje que, según Cárceles, «permite hacer trabajos de fisioterapia mar adentro gracias a que el movimiento que genera la turbina de la embarcación que la remolca permite recibir masajes a la altura del cuerpo que se desee».

Sin embargo, el coordinador de la actividad también es consciente que hay cosas que mejorar como el transporte de algunos grupos de talleres ocupaciones y de la residencia de Cas Serres. Algo que Cárceles no dudó en trasladar a la consellera de Sanidad y Bienestar Social, Mercedes Prats, quien aseguró que «este es un tema por el que llevamos mucho tiempo luchando pero que es de difícil solución porque el trayecto que hacen estos transportes adaptados es muy largo y porque cada persona es un mundo».

Precisamente las personas son el gran activo que tiene este programa. Sin ellas no sería nada y por eso Pedro Cárceles y su equipo son ambiciosos buscando llegar hasta los 300 usuarios el año que viene «si conseguimos trasladarnos un día a la semana a Formentera».

Eso ya se verá a partir de abril de 2012. De momento, Un Mar de Posibilidades sigue gozando de muy buena salud.