Nova Alternativa (Nov-A) prometió en campaña no pactar con nadie, pero tan solo seis meses después ha llegado a un acuerdo con el PP tras cambiar en numerosas ocasiones la interpretación de su propio programa electoral.

La andadura de este partido comenzó hace ahora un año. José Torres, Tomàs, y Vicent Torres, dos exconcejales del PP, fundaron Alternativa Insular (más tarde se unirían a Es Nou Partit formando Nov-A), un partido «liberal e ibicenquista» que quería combatir el «hastío y el desencanto» del bipartidismo. En el camino ficharon a la también exconcejala popular Encarna Castro, quien se marchó del PP denunciando «humillaciones» y «vejaciones».

Desde el principio se mostraron reacios a pactar con el PP. En una de sus primeras comparecencias, en diciembre de 2010, Vicent Torres dijo que veía «complicadísimo» un acuerdo. Pese a que las preguntas de los periodistas eran insistentes, Torres siguió manteniendo en marzo que no querían llegar a un pacto con el PP por miedo a que les «fagocitaran».

«No jugaremos con su voto»

En plena precampaña, el 18 de abril, Nova Alternativa salió públicamente diciendo que no ofrecería «su apoyo a nadie para formar gobierno». «Si la gente nos da su confianza no jugaremos con su voto y nos comprometemos moralmente y formalmente a no ofrecer nuestro apoyo ni a unos ni a otros para formar gobierno», dijo Vicent Torres. En esas fechas, en los numerosos encuentros con simpatizantes que celebraron, el mensaje era el mismo. No votarían a nadie para ser alcalde salvo a ellos mismos.

El mensaje cambió tras las elecciones, cuando empezaron contactos con el PP para ver si podían gobernar en Sant Josep.

El 29 de mayo Nova Alternativa dijo que aceptaría un pacto si el PP le daba la alcaldía. Esto aún cumplía su programa electoral, pero a partir de ahí comenzó a rebajar sus pretensiones a pasos agigantados. Solo unos días después, el 9 de junio, Nov-A se conformaba con solo dos años de alcaldía. Ya in extremis, el día anterior de la toma de posesión, Torres dijo que solo pedían un año de alcaldía. Encarna Castro relató entonces que habían apostado seguir «siendo fieles al programa electoral», ya que al no tener la alcaldía, éste se incumplía.

En octubre la interpretación ya era otra: «Lo que dijimos es que votaríamos a nuestro candidato. La moción de censura solo permite uno. Si fuera del PP no habría candidato de Nova-A, y no estaríamos condicionados por las palabras de la campaña», explicó Torres entonces.