Los farmacéuticos pitiusos asistieron ayer «nerviosos y ansiosos» a su reunión con el presidente del Col·legi Oficial de Farmacèutics de les Illes Balears (COFIB), Antoni Real, para tratar la deuda de 3,5 millones que mantiene el Govern con medio centenar de farmacias de Eivissa y Formentera por el impago de los medicamentos con receta que debe financiar el IB-Salut, correspondientes a las facturaciones de mayo y junio.
Según explicó Real, al término del encuentro, los profesionales pitiusos coinciden con el resto de Balears en que, de seguir esta situación, habrá desabastecimiento de medicamentos «a finales de agosto». Esta previsión se debe a que, si bien las farmacias han recurrido a «créditos bancarios» para manterse a flote a pesar de la deuda, los bancos «tienen un límite de dos meses en la financiación al farmacéutico». «Y a partir de aquí estaríamos desamparados, porque al no poder pagar la distribución a finales de agosto podrían llegar los problemas de abastecimiento», destacó el presidente del colegio, que remarcó que desde hace tres meses (incluyendo julio) «el farmacéutico está financiando los medicamentos a toda la población», una situación que calificó de «insostenible».
Descartan el cierre
Real recordó también que aunque el objetivo «es seguir negociando porque hace un mes que ha tomado posesión el nuevo gobierno», lo que más preocupa al sector es la falta de un calendario de pagos por parte del Govern. Por ello, indicó que las farmacias esperarán una semana más para obtener una «hoja de ruta», antes de la celebración de otra asamblea prevista para el próximo viernes en Palma donde se adoptarán las medidas a seguir en caso de que no haya una respuesta.
Se trata de un encuentro que se intentará celebrar entre las Islas por videoconferencia «para que puedan participar todos los colegiados de Balears».
Al respecto, Real tomó ayer el pulso de los farmacéuticos pitiusos, que descartaron el cierre de farmacias como una medida de presión que sí apoyaron profesionales de Palma. En su caso, los farmacéuticos de Eivissa y Formentera, plantearon «eliminar la receta electrónica porque no es sostenible».
«Pero la conclusión es seguir negociando con la administración porque sabemos que está en una situación muy complicada», agregó Real, que indicó que los farmacéuticos de Balears «también están a la espera del plan de saneamiento que ha presentado el Govern en Madrid».
Antoni Real: «El problema es que la administración no es solvente»
El presidente del Col·legi de Farmacèutics, Antoni Real, aseguró ayer que el problema radica en que «la administración no es solvente y, por tanto, las entidades bancarias no quieren responder ante esta situación». Asimismo, detalló que el desabastecimiento es algo que no se desea «de ninguna manera», pero recordó que «si una farmacia no paga la distribución puede se le puede cortar el suministro»; una situación que está a punto de afectar «a alguna farmacia de Mallorca».
Por último, cabe destacar que al deuda de 3,5 millones a farmacéuticos pitiusos se enmarca en el total de 35,9 millones que debe el Govern en todo Balears.
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