Todos los alcaldes de la Isla valoran el cumplimiento de su programa electoral en un alto porcentaje. Por un lado, los ayuntamientos 'populares' culpan a otras administraciones como Consell y Govern de aquellas infraestructuras no realizadas y les acusan de discriminación por color político. No pasa lo mismo con los consistorios de PSOE-ExC que, si bien también vieron como algunos de sus proyectos estuvieron afectados por otras instituciones, no las critican ni responsabilizan. La crisis y la falta de presupuesto también hizo caer algunas propuestas en los consistorios, aunque todos tuvieron la financiación extra del Plan E para hacer obras prometidas o de fuera de programa electoral. La mayoría coincide en que, a nivel municipal, los ciudadanos votan más propuestas concretas que ideológicas. Y, dado que todos, excepto José Sala, se presentan a la reelección, ya preparan sus nuevas promesas electorales. Eso sí, primero hacen balance de los últimos cuatro años de legislatura.
Por pueblos, por barrios, de forma general y por áreas. Cada municipio, un programa; y cada candidato, una forma de prometer. Todos los alcaldes de la Isla valoran su cumplimiento electoral en un alto porcentaje y se muestran satisfechos con su gestión de esta legislatura que termina.
Así, Lurdes Costa, alcaldesa de Vila, asegura que cumplió el programa electoral en un 95%, aunque reconoce que queda «alguna asignatura pendiente» como la segunda fase de la avenida de España «que por problemas económicos no se ha podido desarrollar» o la ralentización de la apertura del Cetis, que aún confía en poder abrir en esta legislatura. Diferente valoración hace el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas Agustinet, que sitúa su cumplimiento en un 70%, aunque indica que la realización de proyectos que no estaban en el programa lo elevan a «un 110%». Entre las promesas que no pudieron ser, a nivel municipal, lamenta no haber podido llevar agua de calidad a es Cubells «por la falta de interconexión de las desaladoras».
Con más crítica se expresan los alcaldes del PP, ya que achacan a las otras administraciones, como Consell y Govern, la mayoría de los proyectos no realizados en sus ámbitos municipales. De esta forma, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, que valora el cumplimiento de su programa en un 100%, se queja de que en estos cuatro años «se han promovido infraestructuras según el color político», y pone como ejemplos la obras no realizadas de «la depuradora, desaladora y segunda fase del Palacio de Congresos».
En la misma línea se expresa el alcalde de Sant Antoni, José Sala, cuyo porcentaje de cumplimiento se cifra en un 80%. «Tenemos 17 proyectos abandonados que nos han hurtado otras administraciones, aunque estaban comprometidos y licitados, como la ronda sur, la segunda fase de Can Portmany, la culminación del paseo de cala Gració o la retirada de los barcos de la bahía», criticó Sala.
Por su parte, el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí Carraca indica que el cumplimiento de su programa ha rondado el 90% y asegura que muchos de los proyectos no realizados «al no haber gobernado el PP en el Govern y en la Isla, no se han llevado a término».