Tejero, en el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981.

El escritor y entonces director general de Cultura Valentí Puig fue el encargado de comunicar al president del Consell General Interinsular, Jeroni Albertí, los primeros momentos del golpe de Estado que protagonizaba Tejero en el Congreso de los Diputados. La reunión del Consell Executiu que tenía lugar en el Consolat de la Mar se interrumpió de inmediato. En Madrid, agazapados en sus escaños quedaron los diputados de Balears por la UCD Iñigo Cavero, Santiago Rodríguez-Miranda, Francesc Garí, Miquel Durán y del PSOE Félix Pons y Francesc Triay.
El ibicenco Abel Matutes también se encontraba en Madrid, en aquel momento era senador por Eivissa y Formentera, y había estado hasta eso de las cinco en el Congreso «debatiendo algunos puntos de comité ejecutivo del partido con Manuel Fraga». La noticia del golpe de estado la conoció desde la sede de Alianza Popular con los compañeros de partido, en una travesía de la Gran Vía madrileña. Decidieron abandonar el lugar siguiendo los consejos de los servicios de seguridad.
En Eivissa, Toni Planells, Malalt, también guarda recuerdos de aquel 23F. Era miembro del Partido Comunista y concejal en Sant Josep. Recuerda que «se tardó mucho en salir a explicar lo que estaba pasando» y él consideró que seguramente sería porque «el Rey estaría indagando sobre las capitanías generales y conforme estaba la situación».
Sobre aquellos horas, asegura Malalt, se dice que hubo establecimientos en los que se enseñaron pistolas y se hicieron listas de quienes podrían no ser afines a un golpe que, finalmente, fracasó.

Abel Matutes
Ex senador por las Pitiüses

«Fue una prueba de fuego para nuestra democracia»

El que fuera Ministro de Asuntos Exteriores, en aquel momento senador por Eivissa y Formentera, Abel Matutes, considera hoy, al echar la vista atrás, que el 23-F fue «una prueba de fuego para nuestra democracia» y que «nos concitó del apoyo de la comunidad internacional inmediato». Matutes va más allá y supone que, «quizás después sirvió para que nuestros esfuerzos para ser miembros de pleno derecho en la actual Unión Europea, que estaban siendo obsatculizados por países como Francia, tuvieran su fruto».

Antoni Marí Calbet
Ex presidente del Consell d'Eivissa

«Recuerdo preocupación por mi hijo que estaba haciendo la 'mili'»

El ex presidente del Consell de Eivissa y Formentera, el 23 de febrero de 1981 vicepresidente de la misma institución, Antoni Marí Calbet, vivió el golpe de estado de una modo muy especial. Se dio la circunstancia de que dos días antes uno de sus hijos se había ido a Palma a hacer el servicio militar y «no sabíamos dónde estaba». Todavía tardó dos días más en poder ponerse en contacto con la familia «porque lo tuvieron en un cuartel de Zaragoza. Por lo demás recuerdo que viví la jornada con mucha preocupación, tristeza e incertidumbre».

Isidor Torres
Ex alcalde de Formentera

«Estaba siguiendo la votación en directo cuando todo comenzó»

«Cuando sucedió estaba mirando la televisión, estaba siguiendo en directo la votación de investidura de Calvo Sotelo y de pronto irrumpieron los guardias civiles, dispararon tiros y quedé absolutamente sorprendido -explica Torres-, seguí viendo la tele el poco rato en el que hubo emisión, hasta poco después de que intentaran tirar al suelo a Guitiérrez Mellado». Según el ex alcalde, pasó gran parte de la tarde pendiente de la información, luego fue con el coche a dar una vuelta por la isla «para ver cómo evolucionaba la cosa» y estuvo pendiente hasta que apareció el Rey.

Toni Planells 'Malalt'
Comunista

«Al principio pensé que era una 'opereta', que no iba en serio»

Era presidente de una cooperativa agraria de bastante incidencia y concejal de Sant Josep. «El golpe nos cogió muy por sopresa, casualmente yo estaba en casa y al verlo en la tele pensé que se trataba de una opereta, que no iba en serio». Para Planells, que entonces estaba en el Partido Comunista, «fueron unos momentos bastante duros». En Eivissa ciudad, asegura Planells, se dice que en algunos establecimientos había pistolas e incluso se confeccionaron listas con las personas que no serían afines al golpe. También hubo quien fue a ofrecer sus servicios a la Guardia Civil.

Pere Palau
Ex teniente alcalde de Sant Antoni

«Tuve mucha preocupación, no sabíamos lo que podía pasar»

En aquellos días Pere Palau era teniente de alcalde en Sant Antoni. «Teníamos una reunión a las ocho en el Consistorio, pero cuando llegué el secretario me preguntó si había escuchado la radio y me explicó que el encuentro no se podía celebrar porque había un follón muy grande en el Congreso, que había habido tiros y que incluso no sabía si algún muerto». Luego estuvo pendiente de la tele, «pusieron películas para distraer» y asegura que «realmente no se sabía lo que podía pasar».

Margalida Font
Consellera de Formentera

«Me pasé horas pendiente de lo que pasaba en el Congreso»

Margalida Font tiene claro cuándo y dónde le pilló el 23F: «Estaba en Palma y trabajaba en una empresa de hostelería. Recuerdo perfectamente que cuando terminé mi jornada, mis compañeros estaban alrededor de una radio y no entendía el por qué». Recuerda que cogió un taxi y se fue corriendo a casa donde se pasó «horas pegada a la radio y a la televisión siguiendo lo que pasaba en el Congreso y al mismo tiempo intentando recordar si en el coche que teníamos había alguna de esas pegatinas que pudieran ser comprometidas».