Rodaje en la frontera

El pasado domingo el escenario de grabación fue el Khumaras de Sant Antoni, donde se montó un escenario para simular un concierto de música. Schwaiger, ataviado con una gorra blanca, dirigió varias escenas del documental durante varias horas una vez de puesto el sol.

Con una duración de casi 90 minutos, Ibiza (occidente) muestra el entorno de grandes discotecas como son Amnesia, Space o Pacha, además de la naturalidad de músicos ibicencos y africanos que comparten una película basada en la vida y la música.

El director afirma que su interés por Eivissa surgió al ver que los tópicos que rodean la isla no son más que un intento de clasificar un fenómeno incómodo, pero real: «Una cultura musical que ha conseguido congregar gente de todo el planeta y edades con el deseo de vivir experiencias intensas y muchas veces prohibidas».

El rodaje se alargará durante varios meses y contará con varios escenarios de la isla de Eivissa.