La lluvia que cayó ayer por la mañana en Santa Eulària fue quizá la principal causa del retraso del montaje del shopping mall y de los desfiles vespertinos de la primera jornada oficial del Blue Fashion Festival, que se celebra hasta mañana en el Palau de Congressos, ubicado en Santa Eulària. «Ha empezado a llover sin parar durante un rato y hemos tenido que desmontar todos los puestos de las tiendas. Ahora estamos volviendo a montarlos», explicaba pasadas las 17,00 horas Neli Caldentey, organizadora del evento junto con Rosalía Moreno .
Casi a las 18,00 horas, una hora más tarde de lo previsto, el primer diseño de Kurru Kurru aparecía en la pasarela del Palau para mostrar sus propuestas, que se centran en vestidos muy cortos, telas que ejercen de segunda piel, gasas en colores fantasía, tonos metalizados, sombreros como complementos, plisados y, para la cintura, corsés que realzan las curvas femeninas. Tanto que, incluso el pecho de una de las modelos quedó al descubierto durante el desfile.
Una vez acabado el primer pase, el escaso público abandonó las butacas del palacio para dar paso a los invitados del siguiente desfile, el de Krizia Robustella. Mientras las modelos se preparaban en el backstage, prensa, invitados de los diseñadores y público en general se relajaban paseando por la zona de compras, donde algunas tiendas de la isla, como Tanit Jeans, Doña Claudia o Beatrice San Francisco mostraban a los asistentes sus últimas tendencias. «Nosotros tenemos bolsos de tejido de blusas indígenas mayas. Sobre la iniciativa pienso que, por el momento, hay muy poca gente; espero que mejore. Ahora estoy un poco más ilusionada porque parece que según avanza la tarde hay más ambiente», explicó Claude, de la firma Doña Claudia. Y es que uno de los puntos en que más comentaron periodistas, invitados y expositores fue la hora de los desfiles, pues el ambiente distendido y el aumento de público se fue produciendo en la primera jornada según avanzaba la tarde.
Caras conocidas
El estilo esport y lujoso de Krizia Robustella quedó patente en las batas tipo boxeador con capuchas en tonos metalizados, cadenas que simulaban oro, zapatos con calcetines, sudaderas king size, mayas también en tonos metalizados, pantalones anchos y bolsos de gran tamaño con cadenas de oro. «He llegado hace poquito y he visto el final de este desfile [el de Krizia Robustella] y ahora vengo al de Charo Ruiz, que me gusta mucho. Me apetecía muchísimo estar aquí apoyando a los diseñadores», explicó Lorena Van Heerde, modelo y ex Miss España, quien añadió: «Más adelante vendré unos días de vacaciones. Vengo desde hace tres veranos porque la isla me gusta mucho».
Mientras tanto, la modelo Marisa Jara, que contrajo matrimonio el año pasado en la isla con el mexicano Chente Escribano, entraba al backstage para enfundarse en las transparencias negras de un pantalón combinado con una blusa de mangas anchas con cinturón rojo que lució para abrir el desfile de Charo Ruiz, el que contó con más público y aplausos por los contrastes que consiguió durante su pase gracias a la combinación entre la pureza del blanco, los escotes en vestidos cortos de color rojo, las transparencias negras, los mil y un volantes en blanco y el vestido de una novia muy minifaldera que lanzó el ramo al público.
La oscuridad cayó sobre el escenario para centrar toda la atención con un foco de luz en Marisa Jara, que regresó a la pasarela con un vestido largo blanco de volantes y espalda semi descubierta. De espaldas, giró la cabeza para lanzar la primera mirada al público y así empezar a caminar para, coqueta ella, atusarse el pelo, ponérselo al lado y continuar desfilando.
Minutos más tarde, el estilo sencillo, pero lleno de detalles, de Beatrice San Francisco clausuró la primera jornada del festival que continúa hoy con los desfiles de Dos Mares, Dolores Cortés y Juanjo Oliva.
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