Santa Eulària se convirtió ayer en el lugar de peregrinación de miles personas que acudieron en masa a la villa del Río para poder disfrutar de las tradicionales fiestas del Primer Diumenge de Maig.
Ni un hueco quedó libre en las principales calles del núcleo, dónde el público esperaba con ansia el desfile de carros, de coches y de motos antiguas. Decenas de vehículos participaron en la fiesta con más solera de Santa Eulària y sobre un carro el alcalde del municipio, Vicent Marí, que lucía una gran sonrisa al observar la gran afluencia de gente.
El baile 'pagès' y la doma menorquina se unieron una vez más para ofrecer un espectáculo de tradición y cultura balear. Los jinetes hicieron de las suyas sobre los caballos en la calle principal, que dejaron boquiabiertos a más de uno. Los equinos dieron lección de su elegancia y su soltura, gracias al control de los jinetes.
Aprovechando el buen día que amaneció en el municipio, los asistentes al Primer Diumenge de Maig también pudieron pasear por la feria de maquinaria agrícola y de automoción.
Otra de las paradas obligatorias a lo largo del día de ayer, que también coincidió con el Día de la Madre, fue el Palacio de Congresos, donde se exhibían centenares de flores y plantas de diferentes aficionados a la jardinería.
Y todo esto con la resaca aún del concierto de La Oreja de Van Gogh, que tuvo lugar la noche del sábado, el pasacalles con el grupo de Iván Doménech y la actuación de los 'Dimonis i escaflits'. El día de ayer se cerró con el desfile por las principales calles del municipio de la Banda Municipal de Tambores y Cornetas de Santa Eulària y con el concierto del grupo Cocarrois Jazz Band.
La programación de las fiestas de Mayo continuarán hoy con una romería a la Creu d'en Ribes, a partir de las 17,00 horas.
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