El ex presidente balear Jaume Matas volverá mañana por tercer día consecutivo a los juzgados de Palma para declarar en el «caso Palma Arena», después de hacerlo hoy durante más de seis horas.

Pasadas las 20:30 horas, el juez decidió suspender la vista y continuar mañana con la declaración de Matas, que será preguntado por el palacete que adquirió en la capital balear.

Se prevé que finalmente sea mañana cuando concluya la comparecencia judicial del ex president del Govern, y será entonces cuando los fiscales anticorrupción decidirán si piden medidas cautelares para Matas y los otros tres imputados que han declarado esta semana: su esposa Maite Areal, su cuñado Fernando Areal y el amigo y supuesto testaferro de Matas, Bartomeu Reus.

Apunta directamente a Pepote Ballester

Durante su declaración, Jaume Matas aseguró esta tarde ante el juez Castro que él sólo tomó decisiones políticas en la construcción del Palma Arena, responsabilizando de toda la gestión del velódromo al ex director general de Deportes, Pepote Ballester, aunque afirmó asumir «con todas las consecuencias» su decisión política de llevar a cabo este proyecto que, según recordó, «fue refrendado por el Consell de Govern».

Igualmente, señaló a Ballester como el responsable de la contratación de los arquitectos, aunque puntualizando que la contratación de Schürmann vino recomendada por la UCI (Unión Ciclista Internacional).Entre las propuestas que atribuyó al medallista olímpico fue la contratación del arquitecto inicial de la infraestructura, Ralph Schürmann, quien posteriormente fue sustituido por los hermanos Luis y Jaime García-Ruiz y que, según las investigaciones, percibieron por ello unos honorarios de unos nueve millones de euros.

Sin embargo, sobre ambos arquitectos afirmó que los conocía «como conocía a muchas personas» pero en ningún momento hizo referencia a que fuesen contratados 'a dedo', cuestión que presumiblemente será abordada mañana, cuando finalice el interrogatorio en torno al presunto sobrecoste del Palma Arena.

En su comparecencia ante el juez, justificó que delegó en Pepote Ballester la responsabilidad en la gestión de las obras debido a que como presidente debía acudir a numerosos actos y eventos, lo que le restaba tiempo para dedicarse a los trabajos relacionados con la ejecución de la considerada infraestructura estrella del PP durante la pasada legislatura.

Asimismo, apuntó a Ballester como responsable de las decisiones que se adoptaron en el marco de las reuniones de la Fundació Illesport, a través de la cual el Govern participaba económicamente en el consorcio creado para la construcción del velódromo Palma Arena, según señalaron fuentes jurídicas.

Matas afirmó que «dio por supuesto» que aquellos que se encargaron de la gestión administrativa en la construcción del Palma Arena, en referencia al Consorcio que se creó para llevar a cabo este proyecto, conformado por el Govern, el Ayuntamiento de Palma y el Consell de Mallorca «actuaron con conformidad a la Ley»

"Muy interesado" en saber el origen de las firmas

No obstante, el imputado reconoció su firma en varias de las actas que le exhibió el juez instructor del caso Palma Arena, José Castro, relativas a las reuniones que celebró la Fundació, pese a que negó haber asistido a las juntas de esta entidad a excepción de la primera, en la que se constituyó este órgano.

Al ser preguntado sobre el motivo por el que fueron falsificadas las actas al estar presente su rúbrica pese a que no estuvo presente en ellas, el ex ministro aseguró desconocer la causa y se limitó a mostrarse ante el magistrado «muy interesado» por el esclarecimiento de este hecho.

Además, Matas aseguró que no conocía a Jorge Moisés, el gerente del Palma Arena.

Cabe recordar que ya el pasado 16 de marzo, Dulce Linares, jefa de Gabinete del ex presidente durante la pasada legislatura, afirmó ante el juez que las decisiones «más importantes» adoptadas en torno a la construcción del Palma Arena «venían avaladas» por el ex jefe del Ejecutivo, mientras que 'Pepote' Ballester hacía las propuestas, «pero ya las tenía consultadas con el presidente».

Asimismo, sobre este extremo también fue interrogada un mes antes la ex vicepresidenta del Govern balear, Rosa Estaràs, quien como testigo también se refirió a la decisión de encargar la gestión de la construcción a la Fundació, cuyo presidente era Matas y ella era la vicepresidenta. Tal y como especificó, esta decisión fue encargada concretamente al entonces director general de Deportes -imputado en el caso-, quien «despachaba directamente con Matas», según Estaràs.

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Por otro lado, negó que durante la pasada legislatura conociese la empresa de comunicación Nimbus, por lo que aseguró desconocer si a través de esta empresa, que presuntamente recibió contratos irregulares de organismos públicos, se produjo una financiación irregular del PP, tal y como apuntan las investigaciones del caso Palma Arena.

Ha negado que Reus sea su testaferro

Por la mañana, Matas comenzó su comparecencia a las 13.00 horas, en la que se mantuvo firme en las líneas generales de su defensa, que sostienen que él no es el propietario del piso de lujo en el barrio de Salamanca de Madrid, que pertenece a Bartomeu Reus, y que éste no actuó como su testaferro.

Matas reconoció que en un primer momento su cuñado, Fernando Areal, hizo un primer pago de 100.000 euros para la adquisición de la vivienda en el lujoso barrio de Salamanca, pero posteriormente, tras resultar ganador con mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de Baleares, en 2003, ya no le interesó disponer del piso, afirmó Matas.

El juez citó varias veces conversaciones telefónicas suyas grabadas por orden judicial en los últimos meses como parte de una pieza secreta, las cuales Castro mencionó ayer por primera vez durante el interrogatorio de su cuñado, Fernando Areal. Matas se negó a responder a todas las preguntas referidas a las conversaciones telefónicas que le fueron grabadas por orden judicial, algunas de las cuales afectaban a charlas privadas con su abogado, Rafael Perera, para diseñar su defensa, respecto a su imputación en el caso Palma Arena.

Por otro lado, Matas reiteró que no existe ningún tipo de irregularidad en el chalet de la Colonia de Sant Jordi, adquirida por su madre por unos 200.000 euros.

Recibido con abucheos

Como ya sucediera ayer, una veintena de ciudadanos recibieron esta mañana en los Juzgados de Vía Alemania de Palma al ex presidente del Govern balear, Jaume Matas, al grito de 'los dineros, los dineros', si bien la expectación generada por su declaración en calidad de imputado en el caso Palma Arena fue mucho menor que el día de ayer, cuando se congregaron alrededor de 250 personas alrededor del edificio judicial, que tacharon al también ex presidente del PP balear de 'chorizo' y 'corrupto'.

Así, la llegada de Matas a los Juzgados a las 08.55 horas, junto a su esposa y también imputada en el mismo caso, Maite Areal, fue mucho más tranquila que ayer, de forma que la Policía Nacional sólo se ha visto obligada a cortar el tráfico en la calle aledaña durante unos pocos minutos y no media hora como sucedió ayer.

Lo que sí se volvió a repetir fue la ovación de los ciudadanos congregados en el edificio judicial a los dos fiscales Anticorrupción, Pedro Horrach y Juan Carrau, quienes fueron recibidos con aplausos. En cuanto a las pancartas, sólo una persona portaba una, en la que se leía 'Ministro de chapapote, chorizo'.

Protestas

Este ciudadano declaró que tras ver ayer por Internet el abucheo que recibió Matas por parte de unas 250 personas, sintió lo mismo que ellas y se dijo que tenía que compartir este rechazo al ex presidente de Baleares y a su «decepcionante gestión, incluso para la gente de derechas».

No obstante, admitió que se esperaba que hubiera habido más gente a la puerta de los Juzgados, si bien dijo que «es normal tratándose de Baleares y del tipo de gente en Mallorca, teniendo en cuenta que todavía arrastramos toda esta cultura del vasallaje y, por tanto, los ciudadanos se manifiestan muy poco».

Por su parte, una mujer, que también se encontraba concentrada frente a los Juzgados, criticó la «falta de respeto muy grande frente a los ciudadanos» que, en su opinión, supone el hecho de que un ex presidente de la Comunidad tenga que declarar por un supuesto caso de corrupción.

Otra de las personas congregadas era la responsable de comunicación de EU, Sara Mulet, quien censuró que «nadie asume responsabilidades» en el PP por los supuestos casos de corrupción en los que están presuntamente implicados algunos de sus dirigentes y, en este sentido, se refirió a la «huida» tanto de la ex presidenta de este partido a Bruselas, como de Matas a EEUU.

«Es más, el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, está hoy por hoy en Argentina», indicó, al tiempo que estimó que esta formación debe explicar con quién se aliará en las próximas elecciones para saber «si volveremos a tener un pacto de corruptos en esta Comunidad».