El Ayuntamiento de Sant Josep presentó ayer a los representantes de las patronales turísticas del municipio un primer esbozo del proyecto para la recuperación de la zona litoral del municipio comprendido entre es Puetó y la playa de Port d'es Torrent, en la bahía de Portmany. La idea inicial del Ayuntamiento es actuar sobre las áreas más degradadas de arenales y roca, creando en algunos puntos un paseo de unos cinco metros de ancho, incluido un carril bici, y dotando de equipamientos algunos puntos.

Esta actuación, cuyo coste podría rondar los 15 millones, se desarrollará de forma más pormenorizada ante vecinos y empresarios de Cala de Bou para que puedan formular propuestas de mejora del proyecto, apuntó la concejala de Turismo de Sant Josep, María Àngeles Mostazo.

«En la Mesa de Turismo hemos realizado una presentación general. Hasta ahora habíamos hecho un poco de filosofía de lo que queríamos hacer para dejar de darle la espalda a esta zona, tal y como sucedía ahora, pero tras recibir el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente, estamos empezando a concretar el proyecto y por eso queremos contar con la opinión de los residentes y de los empresarios», apuntó.

Demoliciones

La edil reconoció que esta iniciativa «es un proyecto muy costoso, tanto desde el punto de vista económico como técnico» y que «al tratarse de una zona poblada, puede haber tramos más difíciles de abordar que otras».

Sobre si el proyecto contemplará el derribo de terrazas o piscinas de hoteles y fincas, la concejala señaló que «primero habrá que definir muy bien qué es dominio marítimo-terrestre y, entonces, ver qué se puede hacer». «Lo que está claro es que en esta zona hay gran cantidad de hormigón inútil, existen muchos muros o bases de cemento sin ningún uso y en mal estado que deben ir fuera», explicó.

Según destacó la responsable municipal de Turismo, en principio cuentan con el compromiso de financiación del Ministerio de Medio Ambiente, si bien desde Madrid han delegado en el Ayuntamiento la redacción del proyecto pormenorizado de actuación.

En la reunión de ayer se avanzó también la intención de Sant Josep de abordar un plan, a tres años vista, para «jerarquizar y poner orden» en la señalización del municipio y «evitar así la confusión actual», apuntó Mostazo.

Este proyecto, que se une a otro similar que realizará el Consell, pretende eliminar indicadores confusos y las pintadas promocionales de negocios, que ahora podrán publicitarse de forma ordenada.

Por otro lado, también se apuntó que este año se instalaran pasarelas, baños y duchas en numerosas playas.

El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas Agustinet aprovechó la reunión de la Mesa del Turismo del municipio para anunciar que pedirá en el próximo Consell d'Alcaldes que se logre un acuerdo para evitar mostrar discrepancias cuando se participe en actividades de promoción en el exterior.

«Para futuras ferias, hago un llamamiento al resto de alcaldes para que discutamos todo lo que haya que hablar sobre el modelo turístico de Eivissa aquí, en casa, pero que cuando salgamos fuera seamos capaces de hacerlo con un mensaje en positivo y de unidad porque las discusiones nos perjudican», aseguró.

En cuanto al balance de la temporada que se hizo en la Mesa, Agustinet resaltó que «ha sido una temporada no tan buena como otros años, pero no tan mala como pensábamos en un primer momento».

A este respecto, la concejal Mostazo destacó que los datos de ocupación han mejorado en muchas zonas pero que el sector lamenta que, de media, los ingresos han caído entre un 20% y un 25%, se ha reducido la duración de las estancias «y el turista, en general, ha recortado su gasto en la oferta complementaria».