A los nervios del primer día de colegio, a Mar Florit se le sumaron también los propios por reencontrarse con sus compañeros después todo el verano. Además de llevar material nuevo, Mar también estrenó aula y ciclo. «Ahora va a clase de los mayores, ya que este año empieza primaria», comentó Mercedes, su madre, mientras le servía ayer el desayuno con el pequeño de la casa, Gabriel, cogido en brazos.

Como muchos otros niños de su edad, el miércoles pasado cumplió seis años, ayer era, sin duda, un día especial: la vuelta al cole. Y debido a los nervios se levantó un poco antes que de costumbre. «Aunque es una niña muy madrugadora», apuntaba la madre.

A las nueve en punto debía entrar en el aula en la que pasará el resto del curso y para llegar a tiempo y sin prisas se levantó una hora antes. En ese rato debía asearse y peinarse, además de vestirse para la ocasión y, cómo no podía ser de otra manera, preparar su nueva mochila, una más grande, donde cupieran los nuevos libros de texto. «Este año, por primera vez, ha puesto ella su nombre en los libros. Hasta ahora, siempre lo había hecho yo», comentó Mercedes, su madre.

Mar Florit comenzó ayer una nueva etapa escolar en las que los nervios no pudieron con la ilusión. «Sí, estoy muy contenta porque me gusta el cole. De mayor quiero ser médico dentista», explicó mientras cogía su mochila de Barbie y se montaba en el coche. Al entrar en clase, los nervios habían desaparecido y Mar sonreía ya más tranquila.