El conseller de Medi Ambient, Albert Prats, expresó ayer su «satisfacción» por el decreto de Alcaldía de Sant Antoni que prohibe a las discotecas utilizar cañones de luz, ya que, según explicó, es una labor que «impulsó el Consell el año pasado y que tuvo un largo recorrido».

Según destacó Prats, el verano pasado la máxima institución envió un escrito a todas las discotecas de la isla «instando a que se apagaran las luminarias de este tipo que porque incumplen la Ley de Contaminación lumínica aprobada por el Parlament balear, y provocan un impacto paisajístico sobre el cielo, y también en el medioambiente porque altera el ciclo vital de las aves».

El conseller indicó que hubo una discoteca que colaboró desde el prinicipio apagando su foco láser de gran potencia pero que con otros clubs de la isla «costó mucho más», ya que la Ley «no permite precintar legalmente los equipos si no había colaboración».

Por ello, explicó que el Consell hizo gestiones este verano para «contactar con la Agencia Estatal de Navegación Aérea», ya que también afecta a la seguridad en la navegación aérea nocturna, para que «a través de este recurso se pudiera terminar con las luminarias».

Según Prats, este proceso terminó en la orden de la agencia que decantó en el Decreto de Alcaldía que permite precintar los focos en caso de que no se cumpla con el requerimiento de dejar de utilizarlos.

El conseller destacó la colaboración del Ayuntamiento de Sant Antoni en esta cuestión y recordó que la contaminación lumínica también «es un perjuicio para la observación a ojo desnudo de nuestro cielo, un valor que se debe conservar porque cada vez hay más gente desconectada del conocimiento del cielo nocturno», concluyó.