Las aulas masificadas constituyen el principal escollo del comienzo del curso escolar 2009-2010 que se ha iniciado con normalidad para más de 18.000 alumnos de infantil, primaria, secundaria y bachillerato. El problema de la masificación afecta a grupos de infantil como de bachiller, según señalaron desde los sindicatos como UGT. De hecho, en colegios como Can Cantó hay grupos de tres años con 25 niños, dos de necesidades especiales. «Han pedido personas de apoyo y todavía no se las han dado», señalaron desde UGT.

También en Bachillerato hay descontento con los agrupamientos ya que «hay muchos alumnos por grupo», añadió Menchu Novejarque, de UGT, refiriéndose en concreto a un segundo de Bachillerato del Quartó de Portmany, que cuenta con 35 alumnos. Otro de los grupos es de 30 alumnos.

En este sentido, el STEI-i, destacó que, pese a que el colegio ha empezado con normalidad «sería más normal si todos los centros estuvieran acabados» por lo que pidió a los políticos ibicencos «un esfuerzo» en el Parlament que se plasme en las partidas presupuestarias para incluir las infraestructuras educativas necesarias.

Hasta última hora del jueves estuvieron trabajando los operarios en los colegios de es Pratet de Eivissa y Vara de Rey de Sant Antoni para que pudieran estar preparados para acoger a los niños en el primer día de colegio.

Es Pratet, la polémica
Uno de los centros que ha despertado más críticas es el centro modular de Es Pratet que la Conselleria d'Educació ha tenido que realizar ante el aumento de escolarización de infantil en Vila. «Es diferente de otra escuela completa», dijo ayer la directora del centro, Rosa Thomàs, que aseguró que el colegio no estaba completamente acabado. «Faltan detalles para acabar la obra», comentó Thomàs. El colegio está pendiente de la plantación de árboles y caucho para el parque infantil. Tampoco disponen de zonas de sombras en el patio. «Hemos pedido al Ayuntamiento unas pérgolas», dijo la directora. Mientras no se instalan las definitivas se colocarán unas provisionales.

La delegada de Educación, Margalida Marí, se desplazó ayer al colegio en el que expresó «su ilusión por abrir las puertas». En cuanto al tiempo que estará el centro en funcionamiento, Marí señaló que «estaremos aquí el menor tiempo posible, pero no me atrevo a dar una fecha», dijo acerca de los cursos en los que permanecerán los alumnos en el colegio. El curso que viene está previsto que se pongan en funcionamiento dos aulas más y el centro es susceptible de más ampliaciones. Marí subrayó que «fuera de las previsiones iniciales, tanto el equipo educativo como el Instituit Balear de Infraestructuras Educativas han hecho un esfuerzo enorme».