Expresivo gesto del Rey al saludar a Basilio Sánchez, coronel jefe de la Guardia Civil. Foto: JOAN LLADÓ

CONCHA AGUSTÍN

«Hay que darles en la cabeza y continuar hasta acabar con ellos», aseguró ayer el rey don Juan Carlos a su llegada a la Base Aérea de Son Sant Joan, refiriéndose a la banda terrorista ETA, tras los atentados perpetrados en Calvià. Fueron las primeras palabras del Rey nada más comenzar de forma oficial sus vacaciones de verano en Mallorca, donde dijo sentirse «encantado y segurísimo».

 

Acompañado por la reina doña Sofía y con semblante serio, el Monarca fue recibido poco después de las 19.30 horas, por el president del Govern, Francesc Antich; el delegado de Gobierno, Ramón Socias; la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar; la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol; y la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, con quienes conversó largo y tendido sobre los terribles acontecimientos sucedidos en Palmanova el pasado jueves.

 

Según trascendió de fuentes de la Zarzuela, el atentado de la banda terrorista ha supuesto un golpe durísimo para la Familia Real que, en absoluto se ha planteado dejar de veranear en Mallorca. Asimismo, estas fuentes destacaron que los Reyes vivirán con la máxima normalidad sus vacaciones, que comenzaron ayer y se prolongarán por espacio de unos días.

 

Los Reyes fueron recibidos a pie de escalerilla por el jefe de la Base Aérea de Son Sant Joan, el coronel Carlos de Palma Arrabal.

Otras autoridades militares que también estuvieron presentes en la recepción oficial fueron el comandante general de Balears, Juan Juan Carlos Domingo Guerra; el coronel jefe de la Guardia Civil, Basilio Sánchez; el delegado de Defensa en Balears, el coronel Cristóbal Sbert; el jefe del Sector Naval de Balears, el capitán de navío, Francisco Urrutia, y el máximo dirigente de la Policía Nacional en el archipiélago, Bartomeu Campaner.

 

Poco antes de tomar el volante de su coche, un audi negro, y acompañado por la Reina para dirigirse al palacio de Marivent, el Rey se despidió de otras autoridades, como la secretaria de Estado del Ministerio de Defensa, María Jesús Figa, que le acompañaban en el Boeing de las Fuerzas Armadas Españolas desde donde ayer llegó directamente de Madeira, lugar en el que ha permanecido tres días en visita oficial. El Rey ya había expresado sus condolencias desde Madeira, pero no con la contundencia con la que se manifestó ayer ante los numerosos medios de comunicación presentes en la base militar del aeropuerto mallorquín.