La Junta Local del PP en el municipio de Vila respondió ayer a la Agrupación Socialista Pitiusa que la pasada semana defendía la actuación del Ayuntamiento de Vila sobre el Plan General de Ordenación Urbana.

Para el PP, «resulta evidente que la penosa tramitación del PGOU de la ciudad de Eivissa no sólo no ha contribuido, sino que continúa poniendo en serio peligro la consecución de aquel que se presentaba como el principal objetivo de la gestión urbanística: procurar una creciente calidad de vida al ciudadano».

Lo populares aseguran que el Plan General de 1987 tenía una vigencia de diez años, «por lo que el Partido Popular -entonces en el Gobierno municipal- comenzó a finales de los años 90 la revisión del mismo, dejando ultimada la memoria informativa.

La junta local considera que el PSOE y sus sucesivos socios de Gobierno «Â·han dispuesto de una década para completar la revisión iniciada por el Partido Popular, desde que en 1999 Xico Tarrés tomó posesión del cargo de alcalde, sin que, a lo largo de todos estos años, hayan hecho nada».

A lo largo de estos años, el grupo de concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Eivissa asegura que ha intentado «contribuir a mejorar el texto final, presentando alegaciones que figuran en casi doscientas páginas, sin que ni una sola de ellas fuera aceptada por el PSOE. Esta actitud ha provocando la inconsistencia e incoherencia interna de todo el planteamiento que no puede ser definido más que como un cúmulo de ocurrencias.

«Parálisis total»

Para el PP, «el preocupante dictamen de la Comisión de Medio Ambiente certifica la parálisis total de un plan que ha sido mal tramitado desde el principio y que ahora parece querer ser corregido por la vía política manteniendo sus déficits técnicos, lo que supondrá un gravísimo error de presente y de futuro».

En este sentido, dicen los popualres, «resulta curioso que el propio presidente del Consell Insular d'Eivissa, Xico Tarrés, asegurara reiterada y públicamente y cuando aún se ignoraba el resultado del informe técnico que no iba a existir ningún tipo de problema para la aprobación definitiva del PGOU, demostrando una vez más la forma de hacer política del Partido Socialista».