Este matrimonio aprovecha que por las mañanas temprano no hace tanto calor para ir a darse un chapuzón en la playa de Santa Eulària. «Llevo 34 años viniendo a esta playa», puntualiza Jose. Para ellos es una playa que en la cual «se está muy tranquilo y no hay tanta gente». Siempre vienen a esta zona la isla porque es un lugar tranquilo y familiar.

Sin embargo, afirman que esta playa tiene dos caras, es decir, un lado positivo y otro negativo. La parte positiva es que «hay poca gente y mucho espacio para estar como quieras; además está muy bien comunicada porque no está apartada como otras calas», afirman, a lo que añaden: Lo mejor de la playa es la tranquilidad». Por el contrario, lo más negativo es que «el agua está casi siempre muy sucia. No sé si es porque hay muchos barcos y yates. También debe influir que está cerca el puerto marítimo, pero a medida que pasa la mañana y te bañas, ves que viene flotando en el agua una mancha de grasa enorme».

Respecto a los servicios no tienen ninguna duda de que son muy buenos porque hay mucha oferta de restaurantes y también hay duchas: «Esta playa en cuanto servicios está muy bien. No hay chiringuitos dentro de la playa, pero en el paseo hay una amplia oferta de restaurantes que, aunque son muy caros, se come excelentemente». Recuerdan con especial cariño cuando años atrás en la playa no había arena y el agua con rocas lo cubría todo. Àngela Real