La depuradora de Cala de Bou se «vallará de inmediato» y se «derribará». Estas son las dos actuaciones que llevará a cabo el Ayuntamiento de Sant Josep después de que el martes tuvieran que acudir los bomberos a esta instalación por la presencia de fuego y abundante humo, y se viera a niños correteando por lugar durante el incidente.

Según explicó el concejal de Movilidad, Àngel Luis Gerrero, se trata de una instalación municipal que está obsoleta desde hace muchos años y que ya tiene un expediente de derribo en proceso. Un proyecto que ahora se intentará acelerar tras el vallado de la zona que sí será «inmediato».

«Cuando arreglamos el aparcamiento que está al lado nos encontramos con que la instalación estaba muy deteriorada y en muy mal estado, por eso estamos redactando el proyecto de demolición», apuntó el edil, que destacó que no tiene conocimiento de que el lugar sea frecuentado por niños ni tampoco que sea un albergue ocasional de indigentes, tal y como informaron a este periódico.

«Allí de vez en cuando pasa un técnico y nunca nos ha dicho que hubiera allí personas o niños. Es cierto que el vallado está en muy mal estado y por eso vamos a proceder inmediatamente a arreglarlo», apuntó.

Según explicó el edil, estas instalaciones obsoletas están ubicada en un lugar donde no hay edificios en los que vivan vecinos de Cala de Bou y tiene orientación hacia el mar. Por ello, destacó que la presencia de menores en el momento del incidente «ha sido una cosa puntual».

La infraestructura

Se trata de dos instalaciones unidas en un mismo solar. Una de ellas es la depuradora municipal, que está fuera de uso desde hace mucho tiempo, y la otra es una instalación anexa y en funcionamiento, propiedad del la Agencia balear del Agua, «que lo que hacen es enviar el agua sucia a la depuradora de Sant Antoni y retornar el agua limpia al emisario que la devuelve al mar».

Según destacó Guerrero, la antigua depuradora consiste en un edificio abandonado, que aún tiene el «tornillo de Arquímedes que hace años se utilizaba para que subiera el agua y también tiene una piscina donde se depuraba».

«El anexo del Ibasan es un área vallada, totalmente cerrada, que cuenta con unas arquetas donde están puestas las bombas para depurar el agua y luego está el sistema de apoyo eléctrico».

Según destacó Guerrero, el proyecto de demolición se tenía previsto llevar adelante junto a otros proyectos previstos para la zona, «como la construcción de un auditorio», pero ahora, tras el incidente, estudiarán acelerarlo.

Desde el Consistorio también quisieron destacar que esta antigua depuradora es «una herencia del PP».