Los niños, que estaban vestidos de animales y flores, representaron el cuento cantado. Los alumnos de 4º B hicieron de gallinas, mientras en primer plano aparece el lobo y los cabritillos. Fotos: GERMÁN G. LAMA

El auditorio de Cas Serres estaba tan lleno ayer durante la representación del cuento El llop i le set cabretes que muchos padres y familiares tuvieron que ver la obra de pie. No pareció importarles ya que sonreían a cada intervención y no dejaron de aplaudir y de tomar fotografías en todo momento. Los pequeños, casi un centenar, iban vestidos de gallinas, pastores, cabritos, flores y, por su puesto lobos. Los estudiantes representaron ayer la conocida historia de un lobo que se come a siete cabritillos en una versión cantada.

Durante todo el curso han estado preparando y trabajando las canciones que componen esta especial pieza. Por grupos, 3º A y B hacían de pastores, 4º A de cabritos, 4º B de gallinas, 5º A de flores, 5º B de molineros y así hasta completar los personajes que intervinieron en el cuento musicado. De este modo, cada grupo era un coro que cantaba una parte de la historia.

De repente los acontecimientos pegan un giro y un lobo malvado que tienen hambre decide comerse a sus compañeros de reparto. Varias niños, Ariadna, Sofía, Nerea, Amarú, Ronaldo, Irene y Antea, hacían de narradores del cuento e iban dando paso a los cantantes para que hicieran su intervención. Les acompañaban las notas de un piano tocado en directo. Al final de la obra, con final feliz por su puesto, una gran ovación fue la recompensa al trabajo realizado.