Los rocieros se dieron cita en la iglesia del Rosario de Vila. Foto: IRENE G. RUIZ

Decenas de personas se acercaron ayer a la iglesia del Rosario en Vila para acompañar a la Virgen del Rocío en su salida en romería. Justo antes, en el interior de la iglesia, el Coro Rociero de la Casa Cultural Andaluza, que organiza el acto, y la banda musical Nuestra Señora Virgen de los Dolores cantaron la salve rociera a la virgen. «Es la primera vez que nos acompaña la banda musical y es un acto muy emotivo», explicó Teresa Castro, presidenta de la agrupación.

Al salir la imagen de la santa por la puerta de la iglesia fuera ya caían las primeras gotas. «Si llueve mucho a la virgen le pondremos un plástico, pero nosotros no vamos a dejar de hacer el camino por la lluvia. Nos mojaremos y ya está», explicó Candi, rociera desde hace más de veinte años. A pesar de que chispeaba a la salida, los rocieros comenzaron a cantar y dar palmas. Jóvenes y mayores vestían trajes de lunares y volantes y lucían en sus cabellos peinetas y flores. Algunos portaban la tradicional caña con romero.

Desde la iglesia del rosario cruzaron la avenida de España por la calle de País Basc para desde allí por Figueretes llegar a es Viver. El recorrido duró aproximadamente unas dos horas con una parada que estaba prevista que se hicera en la sede de la asociación de vecinos del barrio de Cases Barates. Desde ahí estaba previsto que se dirigieran al descampado que hay detrás del Recinto Ferial, donde se hizo la fiesta.