-En medio de una trifulca urbanística los ciudadanos se quedan sin los aparcamientos de es Pratet ¿Cuál será la solución más inmediata?

-Creo que aquí hay varias cuestiones. Por un lado, un particular tiene que poder hacer con su propiedad lo que quiera, siempre que sea legalmente correcto y se respeten las normas urbanísticas. Hecho este preámbulo, los ciudadanos tienen que empezar a concienciarse de que la ciudad no puede absorber todos los coches que queremos tener en movimiento. Ha crecido mucho la población, viene mucha gente de fuera a utilizar los servicios y es imposible que se puedan acoger todos estos vehículos. Por lo tanto habrá que cambiar el sistema de funcionamiento: utilizar más el autobús y andar más. Por otra parte, quedan todavía libres los aparcamientos de los multicines y en la zona de Gesa.

-La nueva estación de autobuses está prácticamente acabada, pero lleva retraso en su puesta en marcha. ¿Qué ocurre?

-Siempre salen sorpresas de última hora y en esta ocasión está por una lado una dificultad con Gesa y con el transformador para poder hacer la acometida eléctrica y después también ha habido sus más y sus menos con los técnicos para poder abrir el acceso de los autobuses al primer cinturón de ronda, que sigue siendo una vía rápida. Entonces, estamos estudiando el sistema para que se pueda entrar y salir de la vía.

-Primero por la estructura de la estación y ahora por los precios de los billetes. ¿Por qué cree que este proyecto ha tenido tanta oposición por parte de los empresarios del sector?

-Porque creo que somos de tendencia conservadora y así es difícil que la gente asuma los cambios, aunque sean buenos. De todas maneras, creo que va a ser una mejora importante el hecho que de haya unos servicios y una estación de autobuses que no ha habido nunca, no sólo para los usuarios sino para la propia ciudad, que también tiene que soportar en una de sus principales vías, en Isidoro Macabich, todos los autobuses. Por eso creo que los empresarios tienen que entender que en todas las ciudades existen estaciones, que éstas tienen un coste y que habrá que ajustar los precios. Hay muchas ciudades en las que los autobuses pagan ocupación de la vía pública, que es como si nosotros cobráramos por usar Isidoro Macabich. Aquí no se está cobrando y los empresarios la están usando para sus negocios. Ahora habrá que pagar el funcionamiento de la estación, pero todo va a redundar en el beneficio de los ciudadanos. Creo que hay que entenderlo así.

-El mismo edificio de la estación de autobuses, el Cetis, se barajó también como el posible lugar de traslado temporal de la Comisaría hasta que se construya la nueva. ¿Es una opción válida?

-Los Juzgados nos piden que les dejemos un edificio, la comisaría pide que les dejemos otro edificio... El Ayuntamiento vive de lo que pagan los ciudadanos, no podemos llegar más allá de los que son nuestras competencias y, de hecho, ya vamos más allá. Somos los más interesados en que se resuelva y se construya una nueva comisaría de Eivissa pero por supuesto no tenemos edificios libres esperando a que alguien los necesite para usarlos. Coincide que se está construyendo el Cetis, pero será justamente para dar soluciones a lo que es la administración local. Hicimos el ofrecimiento en su día al Ministerio de Justicia para que trasladara de urgencia los Juzgados y no lo aceptó. Por lo tanto ya no está abierta esta posibilidad.

-¿Cómo lleva lo de viajar mucho con el Grupo Ciudades Patrimonio?

-No son tantos como se dice y a veces son viajes de un día, de ir y volver, puramente trabajo. Lo que pasa es que ya le gusta también al adversario político darle mucha importancia a este tema. Yo lo valoro de manera muy positiva y este año probablemente tengo que viajar más pero justamente porque estamos presidiendo el Grupo, lo que significa que somos los protagonistas de todos y cada uno de los actos y la cara visible de las ciudades Patrimonio de la Humanidad. Creo que se tiene que entender como una oportunidad y quien no lo vea así es un poco miope, políticamente hablando.

-¿Qué logros tangibles suponen sus traslados con el grupo?

-Logro es el hecho de que en cualquier acto con touroperadores, con agentes de viaje y otras instituciones se conozca que Eivissa es Patrimonio de la Humanidad. Yo noto que a las otras ciudades les conviene que Eivissa esté en el grupo porque es conocida internacionalmente como destino turístico y a nosotros, que se nos conoce como destino de sol y playa y como destino de ocio, nos interesa que se nos conozca también como destino cultural. Por eso nos beneficiamos mutuamente. Y a Eivissa estos viajes le traen el sello de calidad y de excepcionalidad que le aporta el ir de la mano del Grupo de Ciudades Patrimonio, un grupo que se está consolidando como marca y que tiene el aporte directo y la financiación de Turespaña. Por lo que yo creo que cualquier esfuerzo aunque signifique estar unos días de viaje y fuera es difícil contabilizarlo porque tiene una repercusión directa, clara y positiva.

-Usted que tiene la oportunidad de visitar otras ciudades patrimonio. ¿Cómo está Dalt Vila en comparación con otros cascos históricos?

-Dalt Vila necesita más mimos y más padrinos de los que ha tenido hasta el momento. De todas maneras, nosotros somos Patrimonio desde el año 99 y hay otras ciudades que lo son desde los años 80 y después hay muchas ciudades que pertenecen a regiones mejor tratadas económicamente que Balears. También hay ciudades que sus gobiernos autónomos les miman más que lo que nos mima el nuestro y hay ciudades que han recibido fondos europeos en estos últimos años porque han sido región prioritaria y objetivo uno, mientras Balears no lo ha sido nunca. Por lo tanto, tenemos que saber jugar con una serie de inconvenientes, pero aún así cuando empezamos a repasar y hacemos balance de lo que se ha hecho, vemos que seguimos avanzando.

-¿Pero tenemos algo que envidiar a otras ciudades patrimonio?

-Dinero, en cuanto al patrimonio no lo cambio por nada pero los recursos a lo mejor sí. A lo mejor querríamos contar con los recursos que tienen las ciudades extremeñas o las andaluzas, que sobre todo han tenido muchos refuerzos de fondos europeos y que sus juntas están muy encima de ellas y apoyando las inversiones. Nosotros tenemos nuestros hándicaps añadidos, de ser una ciudad pequeña, no ser capital, de estar lejos del centro de la toma de decisiones. Todas estas cosas, quieras o no, se traducen en las inversiones. Pero hora estamos en un buen momento.

-Entre los proyectos de este año está la remodelación de la Plaza del Parque. ¿Qué necesita?

-Necesita actualizarse, modernizarse. Sobre todo, cambiar el pavimento. No se trata de cambiar la configuración, porque justamente tiene un encanto que queremos mantener pero pensamos que necesita una mejora. A mí me gustaría incluso comprometer a los negocios para unificar sombrillas, mobiliario. Y, después, como se quiere también remodelar Vara de Rey, creo que estas dos plazas tienen que tener una unidad. No quiere decir que sean idénticas, pero sí que haya una sintonía entre estos dos espacios públicos tan cercanos.

-Si las previsiones de obras se cumplen, durante los festejos del décimo aniversario del Patrimonio de la Humanidad estarán en obras el Parador, Vara de Rey, la Plaza del Parque y el acceso rodado a Dalt Vila por la reforma de los pluviales. ¿Podremos entrar a la ciudad amurallada para celebrarlo?

-La verdad es que las obras conllevan dificultades e incomodidades pero es imprescindible superarlas para poder tener la ciudad a punto. Por lo tanto, intentaremos que podamos pasar por algún lado para poder celebrarlo, pero ahora nuestro máximo interés es hacer todas estas obras que tienen que traducirse en una mejora importante de la ciudad.

-Dijo en su día que la inversión de 21 millones para patrimonio era como la llegada de los Reyes Magos. ¿Qué queda para el resto de la ciudad?

-La idea es que, además de la construcción de la nueva piscina de Es Viver, con el resto de los fondos estatales se acometan diferentes inversiones para que la ciudad tenga una mejora en su mantenimiento y en su puesta a punto, por lo que se estudian proyectos de remodelación de calles, mejoras de aceras y de pavimento, mejoras de arbolado y jardines, entre otras intervenciones.

-¿Cuál es su balance del 2008?

-Creo que a pesar de lo mucho que se ha hablado de la crisis, la ciudad y el destino Eivissa en general se ha salvado un poco, lo que me hace albergar esperanzas de cara al año que viene. Confío en que la gente siga eligiendo Eivissa como su alternativa de vacaciones. Por eso, lo que tenemos que seguir mejorando desde las administraciones son nuestros espacios públicos y los particulares sus instalaciones turísticas para que nuestros visitantes quieran repetir. En épocas de crisis tenemos que recuperar esta idea de que tenemos que tratar muy bien a nuestros visitantes y tenemos que convencerles de que se lo cuenten a todo el mundo y vuelvan a venir en un futuro.

-¿Y sus objetivos para este nuevo año?

-Lo mismo, intentar tener el destino lo mejor posible ya que con estos apoyos extra tanto del Govern balear como Gobierno central podremos dar esta mejora y esta 'ponte guapa' que necesita la ciudad y que necesitan todos nuestros municipios.