El globo se ubicó en el campo de fútbol municipal.

Pocas de las personas que estuvieron ayer por la mañana en el campo de fútbol de Sant Antoni conocen cuándo se creó el globo aerostático, y también desconocen que los primeros tripulantes de la historia fueron el inventor del aparato, un gallo, una oveja y un pato y que ascendieron por primera vez hacia el cielo en 1783. Quién sí conoce bien estos detalles es José Ramón Mancebo, que desde hace algo más de 8 años es piloto de globos aerostáticos en Eivissa. Una hora antes del medio día José Ramón tenía todo listo para llenar, primero, y luego calentar el aire que hace ascender el globo de una capacidad e 1800 metros cúbicos. «Es el segundo globo más pequeño que puede llevar pasajeros», explicó. Los ascensos de ayer eran «cautivos, ya que el globo está atado a tierra en tres puntos convergentes. Hoy no es vuelo libre sino que ascenderemos a una altura máxima de 30 metros», explicó el experimentado piloto.

Mientras José Ramón Mancebo terminaba de montar el globo, iban llegando más y más familias para que los pequeños se pudieran dar un breve paseo por las alturas, aunque más que un paseo se trataba de una breve subida y un regreso a tierra. Joan de 7 años fue uno de los primeros en el ascenso y aunque era su primera vez aseguró no tener miedo. «De mayor quiero ser piloto de aviones», comentó muy convencido. El paseo de ayer le sirvió como primer acercamiento. N. Salazar