Accidentes como el de Barajas, la inmigración, los litigios por herencias o las series de televisión han creado en la sociedad balear la necesidad de hacerse pruebas de paternidad, tanto que estos análisis se han duplicado desde 1998.

En Balears se realizan actualmente una media de cinco análisis al mes y las consultas de ciudadanos sobre las pruebas de identificación de ADN se han multiplicado por cinco en la última década, según datos del Laboratorio de Genética de la UIB.

La doctora Misericordia Ramón relaciona este incremento a la divulgación de las posibilidades del ADN tanto por series de televisión, «como 'CSI' o 'Bones'», como por «imágenes más dramáticas, como el accidente de Barajas».

Ramón asegura que la demanda no sólo se reduce a determinar paternidades. Se atienden cada año numerosas peticiones de baleares emigrados que necesitan certificar el parentesco de nietos y biznietos para conseguir la nacionalidad o inmigrantes que han de corroborar lazos familiares para el reagrupamiento familiar.