La presunta trama de las comisiones de Eivissa Centre llegó ayer al Parlament de la mano de la diputada del PP Carmen Castro, quien preguntó al presidente del Govern, Francesc Antich, su opinión sobre las declaraciones de Sandra Mayans en las que dijo que el presidente del Govern conocía el tema de las comisiones.

Contestó el conseller de Presidència, Albert Moragues, quien aseguró que las palabras de Sandra Mayans no les merecen «ninguna credibilidad». «Lo hemos dicho reiteradamente y ahora estamos esperando a que decidan los Juzgados competentes con total respeto y colaboración por nuestra parte», expresó Moragues, que en otro momento de su intervención indicó que «no tienen ningún miedo» de las consecuencias que se pueden derivar de este caso. «Tranquilícense que la Justicia actúa», añadió.

Castro lamentó que no le contestara el propio presidente, que al principio de la pregunta ni siquiera estaba en la sala. «Veo que el señor Antich no se digna a estar aquí, supongo que no le gusta demasiado oír hablar de esto y no me extraña», dijo la parlamentaria popular, quien lamentó que al Govern no le merezca «ningún respeto» la declaración de una concejala de su partido. «Es un tema que preocupa a los ciudadanos, es un escándalo que no implica a dos o a tres personas, implica a toda la estructura del PSOE desde la Avenida España hasta la calle Ferraz de Madrid pasando por Palma, donde el secretario de Organización también está implicado; el señor Antich parece que no se quiere enterar de lo que pasa en su partido», criticó Castro, quien insistió en que el testimonio judicial de Mayans indica que tanto Antich como Tarrés conocían el cobro de comisiones. «¿Por qué es diferente su criterio cuando afecta al PP y al PSOE?», se preguntó la diputada, que criticó esta «doble moral». También señaló que el «ideólogo» de las grabaciones se sienta en Parlament (Josep Mª Costa). «Usted (Antich) tiene la obligación de decir la verdad, porque con su silencio sólo alimenta las sospechas», añadió Castro, que indicó que los populares han sufrido «escarnio» en casos «de no tanta importancia».

Moragues acusó a los populares de «encender el ventilador» para tapar sus casos de corrupción. «No damos credibilidad a las cintas, pero si usted le da credibilidad debería explicar también por qué Roque López habla de repartir las comisiones entre el PSOE y el PP», añadió el conseller, que aconsejó al PP que en vez de mirar la «paja en el ojo ajeno, mire la viga en el propio, porque tienen una en cada ojo».

Esta pregunta causó un gran revuelo en la sala y el diputado y presidente del Consell, Xico Tarrés, quiso intervenir «por alusiones», algo que no le permitió la presidenta del Parlament, Mª Antònia Munar. El diputado popular Joan Flaquer se opuso a la intervención de Tarrés.

El conseller de Medi Ambient del Govern balear, Miquel Àngel Grimalt, indicó ayer que es «complicado» reubicar las casas afectadas por el deslinde de Costas en Formentera fuera del dominio público, una posibilidad que anunció el Ministerio de Medio Ambiente. «No sabemos quién lo pagará y si urbanísticamente será viable, lo vemos complicado», expresó Grimalt, que prefiere esperar a escuchar la propuesta concreta del Ministerio. «La propia ministra dice también que el uso de la costa debe ser sostenible no sólo ambientalmente, sino también socialmente y económicamente», añadió el conseller.

El diputado por Formentera, Josep Mayans, le pidió que dijera que «es imposible» reubicar las casas porque lo tendrían que pagar los propietarios y hay en juego también hoteles y negocios turísticos. Grimalt le recordó que el deslinde fue aprobado por el PP y se comprometió a estar «encima» del Ministerio para conseguir «soluciones viables».

El diputado del PP Josep Juan Cardona lamentó que el Govern no haga «absolutamente nada» para paliar la subida del combustible. «Las empresas temen por su futuro y ustedes lo contemplan con una pasividad indecente, haban algo que sino no quedará nadie», añadió. La consellera de Indústria le acusó de catastrofista e indicó que están trabajando en varios frentes. El presidente Antich también anunció que ha encargado un plan de reactivación de la ocupación que se pondrá en marcha a partir de octubre para hacer frente a la situación de desaceleración económica.

La consellera de Indústria, Francesca Vives, explicó que la conexión que transportará gas natural desde la península a Balears, y cuya puesta en marcha está prevista para 2009, «no es la panacea» al entender que estar conectado con Europa mediante este sistema tiene «ventajas y desventajas». Pese a ello, aseguró que los plazos para su impulso «se cumplirán» porque el Govern «ha jugado fuerte» en este sentido. En los próximos años se contempla también el refuerzo de la red eléctrica de Eivissa mediante el cambio de tensión de 66 a 132 kv.