En el local Sur se puede disfrutar de la buena comida, pero se trata sobre todo un local cultural donde se van a programar muchas actividades.

C

on la excusa de tomarte un café, puedes descubrir un libro de Borges o Cortazar, escuchar un disco de músicas del mundo o disfrutar de una exposición de pintura o fotografía». Con éstas palabras define Àlvaro el proyecto cultural que acaba de inaugurar en pleno corazón del barrio de La Marina. Cultura Sur Eivissa, así es como se llama el local pero también el concepto que define esta propuesta. Librería, sala de exposiciones, música, internet gratuito, talleres literarios, cursos y proyecciones de cine documental son algunas de las propuestas culturales que se están gestando en el local Sur, como es comúnmente conocido. En este sentido, Àlvaro explica que «la cafetería y el restaurante es para nosotros una herramienta a utilizar y que nos ayuda a financiar la parte cultural, entendido como un lugar de intercambio y de muestra donde conoces la cultura del otro tal y como es», sostiene. Además de las propuestas culturales también tienen pensado programar alguna celebración. No quieren usar el término 'fiesta' ya que se tratará de encuentros temáticos donde se mostrarán las peculiaridades de distintas cultural. «Se trata de cambiar el concepto de fiesta como un celebración donde se pueda conocer», explicó Àlvaro. Habrá música, comida y exposiciones de libros o de cds relacionados con el tema. Por su puesto ya está pensado hacer una fiesta ibicenca con muestra de ball pagès incluida.

De este modo, Sur se presenta como un nuevo concepto cultural, un punto de encuentro con el saber. Natalia Salazar

Se han inaugurado por el momento dos exposición fotográficas, la primera de ellas Pura Esperanza, Nepal una inocencia revolucionaria, son unas siete imágenes de grandes medidas en blanco y negro de un viaje que realizó Edu Cervera en el año 2004 a Nepal. Para el artista gracias a esa «inocencia este pueblo ha conseguido el cambio político que ahora se ha dado», explica. La otra de las exposiciones del mismo fotógrafo y que ocupan las paredes de la parte superior del local se llama Infinitos fotogramas por segundo. Una serie de imágenes tomadas desde el tren y que han quedado enmarcadas por sus ventanas. Para el artista lo que pasa ante nosotros en el tren es como si la vida fuera una película con infinitos fotogramas o posibilidades y nosotros los espectadores que sólo podemos dejar que delante de nosotros. La técnica consiste en dejar sobre el trípode la cámara e ir disparando, el encuadre lo determina la propia ventana. Con este trabajo consiguió el premio Descubrimientos Photoespaña 2007, el cual le ha permitido exponer en Birminghan y en China.