Las abundantes lluvias caídas durante el mes de mayo pueden provocar problemas en algunos cultivos como el melón y la sandía y ocasionar un mayor peligro de plagas. Así lo afirma el gerente de la cooperativa agrícola Agroeivissa, Pep Mayans, que indicó que aunque la lluvia «siempre es bienvenida» esta vez se ha producido un poco a destiempo. «Los cambios de temperatura, el sol, la lluvia, etc., son caldos de cultivo propicios para que haya enfermedades», explicó Mayans, que indicó que los hongos se se desarrollan especialmente bien con estas condiciones.

Las cucurbitáceas como el melón y la sandía resultan más perjudicadas porque cuando llueve «no hay luz» y se perjudica la polinización, por lo que puede haber menos fruto. «Si no hay polinización no hay frutos y, además, salen deformadas y la deformación viene por los cambios de temperatura porque cuando hay un par de días de sol la fruta crece pero luego hace dos días de más frío y se retrae», explicó el gerente de Agroeivissa, que cree que por eso mermará la cosecha en cuanto a producción y a calidad.

Otros cultivos, como por ejemplo las cerezas, también se han podido ver afectados por las lluvias de mayo porque se estropea la fruta, aunque aquí en Eivissa no hay apenas cultivos de este tipo.

Para evitar problemas de proliferación de plagas, cada semana se recibe un informe del técnico de campo que recomienda tratamientos preventivos.

Por otro lado, Mayans explicó que el precio del petróleo les está afectando también mucho. «La mayoría de los socios de la cooperativa bajan un par de veces cada día hasta aquí y el precio del combustible ha aumentado mucho, además de que todo sube porque también lo hacen los abonos», expresó el gerente de Agroeivissa, que indicó que es algo que es difícil repercutir luego en el precio del producto.

Hoteles

Uno de los mercados en los que siempre se ha intentado que tenga salida el producto ibicenco es en la hostelería. «La hostelería compra, pero siempre buscan más precio que calidad y quizás prefieren los productos de Almería, que ya están al final de la campaña y tienen precios más baratos», explicó Mayans, que indicó que los hoteles quieren fruta y verdura «buena, bonita y barata». «Si tenemos una superproducción podemos ofertar, pero lo que tenemos que hacer es defender el producto por calidad y para que el payés cobre lo mejor posible».

Los productos de Eivissa «siempre tienen aceptación», según explica el gerente de Agroeivissa, quien sostiene que lo más complicado es «saberlos diferenciar». Para ello es fundamental mejorar el etiquetaje, algo que Mayans reconoce que es su gran «asignatura pendiente», porque luego viene «el listillo de turno» y vende frutas y verduras de la península como si fuera de la isla. «No es que esté en contra de lo de fuera, pero yo le digo al consumidor que escoja, pruebe y compruebe», añadió Mayans, que considera que es un problema que deben solventar. Actualmente las normas exigen que las cajas vengan identificadas con procedencia, variedad y calibre y desde Agroeivissa están haciendo un esfuerzo para regularizarlo. «En algunos productos intentamos poner etiquetas pequeñas», explicó el gerente de Agroeivissa, que recordó que también se puede comprar directamente en su sede, situada en Blancadona.