C. Roig23/05/08 0:00
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Los dos sectores enfrentados del PSOE buscaban ayer por la tarde un acuerdo de cara al próximo congreso del partido para no volver a evidenciar la fractura interna que ya se pudo apreciar en la elección del secretario general de Vila, en el que se produjo un enfrentamiento entre el sector oficialista -detrás del cual está Xico Tarrés- y el liderado por Antonio Roldán y Pedro Campillo.

El punto más caliente se encuentra en la agrupación socialista de Vila, cuyo secretario general es Antonio Roldán, y que hoy por hoy cuenta con la mitad de afiliados del partido en las Pitiüses (244 de 503). Hoy por la tarde tendrá lugar la reunión para elegir a los 36 delegados para el congreso insular que saldrán de esta agrupación (en el conjunto de la FSP se elegirán 98). Para optar a la elección se tiene que presentar una lista (o varias) con 36 personas de la agrupación cumpliendo con criterios de paridad. Las listas consiguen representación una vez logran el 20 por ciento de los votos, por lo que si no se alcanzase este umbral por parte de una de las dos candidaturas no conseguirían ningún delegado.

En otras agrupaciones se podrían haber pactado listas entre el sector oficialista y los críticos, aunque todo está pendiente de lo que ocurra en Vila. Según diversas fuentes del partido, el presidente del Consell y posible aspirante a dirigir de nuevo la FSP (aunque nunca se ha dicho oficialmente) se reunió ayer con los secretarios generales de todas las agrupaciones en el Consell.

AGENCIAS

El presidente del Gobierno balear, Francesc Antich, subrayó ayer que el presidente del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, y el resto de Comunidades Autónomas reconocen que Balears es el territorio «más perjudicado» con el actual modelo de financiación, si bien reconoció que las negociaciones para acordar un nuevo sistema serán «tensas, duras y largas».

En una rueda de prensa, Antich estimó que este reconocimiento es un «buen punto de partida» para que el nuevo sistema de financiación «mejore» la situación de Baleares, con el objetivo de que se sitúe en la media del resto de Comunidades Autónomas y deje de estar «24 puntos por debajo».