Dos simulacros de incendio realizados ayer en los túneles de Can Cifre y de Sant Rafel esta mañana han revelado deficiencias estructurales en los mismos.

El jefe de bomberos del Consell, Miguel Sevilla, explicó, tras realizar el primero de los simulacros que tuvo lugar entre las 8.30 y las 10.00 horas, en el túnel de Can Cifre, que hay zonas de la infraestructura que no han sido «compartimentadas» de forma que «en caso de inundación» se llenaría de agua toda la conducción.

Además, según Sevilla, «los elementos estructurales del túnel no permiten una ventilación tan rápida como sería deseable».

En los simulacros celebrados ayer participaron once personas repartidas en dos equipos, uno de ellos de extinción y el otro de rescate.

En Can Cifre se simuló un accidente entre dos coches, con tres muertos, uno en cada vehículo y otro en el exterior de los mismos.

La mayor dificultad, según explicó un cabo del cuerpo de bomberos, Bruno Roig, es superar el «buceo en el humo» y el «efecto horno» que se produce en este tipo de incidentes.

Si bien Roig encontró similitudes entre otros ejercicios realizados anteriormente en viviendas, también explicó que la novedad de este simulacro ha residido en las grandes distancias que había que recorrer, haciendo frente a la falta de visibilidad ocasionada por el humo.

Los nuevos escenarios determinaban también la necesidad de intervenir con los equipos bi-botella y cámaras térmicas y de familiarizarse con dichos utensilios.

Sevilla comentó que, si bien los equipos con los que cuenta en la actualidad el cuerpo son suficientes para afrontar emergencias, solicitará la renovación del material de ventilación.

Los dos simulacros pusieron el punto y final a un curso de intervención en túneles que los bomberos han realizado durante toda la semana y en el que dos instructores de Navarra les han aleccionado sobre los protocolos a seguir en caso de incendio en túneles de largo alcance.