El conseller de Política Territorial, Miquel Ramon, explicó ayer que el Consell se vería obligado a otorgar el interés general al campo de golf de Platja d'en Bossa promovido por Empresas Matutes si el proyecto cumpliese con todos los requisitos legales. «Si todo estuviese en regla y se cumpliese la normativa territorial y ambiental se tendría que autorizar, pero considero que es misión imposible porque el golf no es compatible con el parque natural de ses Salines», explicó el conseller, que confía en que la comisión balear de medio ambiente emita un informe negativo al respecto.

Actualmente, el proyecto y el estudio de impacto ambiental del campo de golf están expuestos en el Consell para conseguir esta declaración de interés general que necesita para que posteriormente el Ayuntamiento de Sant Josep le dé licencia. Dado que se ha abierto el periodo de alegaciones, Ramon animó a los ciudadanos a presentar todos los recursos que crean convenientes.

Preguntado sobre la persistencia de la empresa en este proyecto pese a que el nuevo gobierno insular no está a favor del golf, Ramon indicó que «tienen perfecto derecho a tramitarlo». «Pensé que no lo harían porque habían dejado pasar mucho tiempo y daba la sensación de que habían renunciado», señaló el conseller, que considera que el trámite más crucial será el paso por la comisión balear de medio ambiente. En este foro el Consell cuenta con un representante que defenderá la postura contraria al golf. «La comisión tendrá algo que decir porque afecta a una zona protegida y nosotros después de ver los informes tomaremos una decisión, aunque no tenemos la voluntad política de hacer campos de golf en espacios protegidos», explicó el conseller, que no obstante, será «muy respeutoso» con la voluntad y los derechos de los propietarios. «No haremos ninguna cacicada, cumpliremos estrictamente la legislación».